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En los últimos días el Arzobispo de Lima, Monseñor Juan Luis Cipriani, ha superpuesto el tema del Estatuto de la Universidad al del litigio que sostiene con nuestra casa de estudios sobre la herencia de don José de la Riva-Agüero.

El tema del Estatuto de la Pontificia Universidad Católica del Perú es completamente distinto al de la controversia del Arzobispo de Lima y del Ing. Walter Muñoz Cho, miembro por él designado ante la Junta Administradora de los bienes de don José de la Riva Agüero, por tomar el control de la economía de la Universidad a través de dicha Junta.

La superposición que el Arzobispado de Lima hace de ambos temas tiene como evidente finalidad dar la impresión de que los obispos del Perú y las autoridades del Vaticano respaldan su actuación en el tema de la herencia de don José de la Riva-Agüero. No hay que dejarse llevar por esta pretensión: las diferencias entre los dos casos son muy claras y no se debe utilizar el tema del Estatuto para legitimar las pretensiones de control de la Universidad a través de la herencia.

Tampoco el Sr. Arzobispo debe pretender que, porque él critica a la Universidad en público, toda la Iglesia está enfrentada a la Universidad y también la critica. Esto no es cierto: ni las autoridades del Vaticano ni la Conferencia Episcopal han manifestado apoyo alguno al Arzobispado en su litigio con la Universidad.

Diálogo entre el Vaticano y la  PUCP

Al respecto cabe destacar que la Universidad tiene buenas relaciones con el Nuncio de Su Santidad en el Perú, con la Conferencia Episcopal del Perú y con las autoridades de educación del Vaticano, y que esto está perfectamente demostrado a través de las diferentes comunicaciones que han intercambiado de manera discreta, alturada y sin acusaciones públicas.

Dentro de estas buenas relaciones, la Sagrada Congregación para la Educación Católica del Vaticano ha hecho saber a la Pontificia Universidad Católica del Perú, que el último Estatuto que fue aprobado expresamente por ella es el que estuvo vigente el año 1968.

Como se ve, el tema del Estatuto se trata entre el Vaticano y la Universidad hace 41 años. Existe una extensa correspondencia e intercambio de opiniones sobre este tema que ha sido tratado de manera sobria y discreta por ambas partes.

Cuando en 1990 Su Santidad Juan Pablo II dictó la Constitución Apostólica sobre las universidades católicas, que conocemos con el nombre de Ex Corde Ecclesiae, una comisión conformada por un obispo y un sacerdote manifestó que el Estatuto de la Universidad era conforme a dicha Constitución Apostólica y así lo comunicó nuestra Casa de Estudios al Arzobispado de Lima.

En 1997, el Cardenal Augusto Vargas Alzamora llevó personalmente el Estatuto de la Universidad a la Sagrada Congregación para la Educación Católica con la finalidad de que lo aprobase.

En 1999, a raíz de una visita conjunta a la Sagrada Congregación para la Educación Católica, el nuevo Arzobispo de Lima Monseñor Juan Luis Cipriani y el Dr. Salomón Lerner, rector en ese momento, establecieron una comisión que estudió el tema del Estatuto de nuestra casa de estudios y que no llegó a emitir un informe unitario. En los años siguientes el tema se trató escasamente.

En estos años, la Universidad recibió comunicaciones de la Sagrada Congregación y expresó que algunos temas del Estatuto no le eran aplicables. También, es fundamental señalar que el Estatuto de la PUCP solo llegará al Vaticano si lo envía el Arzobispo de Lima. El Cardenal Vargas Alzamora lo aprobó en 1997. El Cardenal Cipriani no lo aprobó nunca durante su período como Arzobispo y, por tanto, no ha llegado al Vaticano.

El 15 de abril del 2009, la Presidencia de la Conferencia Episcopal envió a la Universidad una carta (aprobada por unanimidad) en la que le expresa la preocupación de los señores obispos, en el sentido  de que la Universidad no ha cumplido con adecuar sus Estatutos según lo dispuesto en la Constitución Apostólica sobre las universidades católicas.

El Rector de la Universidad contestó al Presidente de la Conferencia Episcopal el 6 de mayo del 2009 expresándole que, en concepto de la Universidad, su Estatuto está adecuado a la Constitución Apostólica. La carta hizo referencia a un documento explicativo de esta opinión, remitido a la Presidencia de la Conferencia Episcopal el 13 de abril del 2009.

Es preciso señalar, además, que el propio Secretario de la Congregación para la Educación Católica, Monseñor Jean-Louis Bruguès, ha afirmado recientemente que la Constitución Apostólica Ex Corde Ecclesiae —que cumplirá veinte años el próximo agosto de 2010—, está en revisión y actualización por el Vaticano. Es extraño que el Arzobispo de Lima, precisamente ahora, busque acelerar y hacer público el tema estatutario sin expresar que el propio Vaticano considera que la Ex Corde Ecclesiae debe ser cambiada.

Como se puede apreciar, las comunicaciones han fluido y en medio de ellas han surgido diferencias de opinión sobre el Estatuto institucional que se ha tratado de forma discreta y alturada. En la medida en que el Arzobispado de Lima ha publicado en su página web la carta dirigida en privado por la Presidencia de la Conferencia Episcopal a la Universidad, nos vemos obligados a publicar, la carta de respuesta a aquella y el documento que la Universidad envió al Consejo Permanente de la Conferencia episcopal sobre el mismo tema.

Pontificia Universidad Católica del Perú

Lee:

- La carta remitida por nuestro ex rector al Presidente de la Conferencia Episcopal el 13 de abril del 2009.

- El documento explicativo sobre la adecuación del Estatuto de la PUCP a la Constitución Apostólica (entregado a cada uno de
los miembros del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal).

- La carta de respuesta de nuestro ex rector al Presidente de la Conferencia Episcopal del 6 de mayo del 2009.

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