Lucía Moreno, egresada de la Especialidad de Geografía y Medio Ambiente, es parte del proyecto Antar Andes, que se desarrollará como parte de la Trigésima Expedición Científica Peruana a la Antártida 2023-2024 (Antar XXX). Conozcamos aquí los detalles de su participación.
Cuando Lucía Moreno era estudiante de la carrera de Geografía y Medio Ambiente de la PUCP, leía y escuchaba de lugares a los que nunca pensó llegar. En octubre del 2022, ella, amante del trabajo de campo, se enteró del proyecto Antar Andes a desarrollarse en la Antártida, que era convocado por el Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (Inaigem), liderado por el doctor Christian Yarlequé, profesor PUCP.
“Yo tenía un proyecto avanzado de tesis en relación con el glaciar Huaytapallana. Entonces se abrió esta propuesta de hacer la investigación en la Antártida. Cuando estás en la carrera, a veces, imaginas estas cosas que encuentras en los libros. La Antártida suena como algo muy lejano. Sin embargo, postulé y fui elegida. No lo podía creer”, nos cuenta emocionada Lucía.
Moreno es una de los 38 especialistas de instituciones públicas, privadas y universidades que son parte de la Trigésima Expedición Científica Peruana a la Antártida 2023-2024 (Antar XXX), que incluye, además, casi 80 expedicionarios de las Fuerzas Armadas peruanas.
A la izquierda: El B.A.P. “Carrasco” (Andina). A la derecha: Lucía Moreno, egresada de la Especialidad de Geografía y Medio Ambiente de la PUCP.
Preparando la expedición
A las pocas semanas de haber sido convocada, Lucía comenzó sus cursos de capacitación en la Escuela Militar de Chorrillos de la mano de la Compañía de Operaciones Antárticas (COA).
Allí aprendió, entre otras cosas, sobre primeros auxilios, nudos y cordadas, rescate y caminar sobre el hielo. Además, su resistencia física se puso a prueba en los cursos de acuatización. “Curiosamente era la única mujer entre militares llevando los cursos. Ahí descubrí que soy muy buena haciendo nudos”, nos cuenta entre risas.
Cabe resaltar que la Antártida es el único continente donde no existe población humana nativa, debido a la dureza de las condiciones climáticas. Por ello, los expedicionarios deben capacitarse y estar en muy buena forma física.
Antar XXX
Como parte de esta expedición, se realizarán 12 programas de investigación científica –10 nacionales y 2 extranjeros– a bordo del B.A.P. “Carrasco”, así como en la Estación Científica Antártica “Machu Picchu” (Ecamp), ubicada en la isla Rey Jorge. El proyecto de Lucía se realiza en la estación y se centra en el glaciar Znosko, ubicado en las inmediaciones de la base.
Esta expedición, convocada por el Ministerio de Relaciones Exteriores, se realiza en el verano austral, es decir, del 18 de diciembre del 2023 al 10 de marzo del 2024. “Yo voy en la segunda etapa del proyecto. Me embarco en Punta Arenas (Chile). Allí esperamos al buque que llega el 1 de febrero y nos lleva a la estación. La idea es arribar el 9 de febrero y ahí permaneceremos hasta el final de la expedición. Las fechas dependen mucho de las condiciones climáticas. No son itinerarios normales por el clima”, sostiene la investigadora.
Midiendo el cambio climático
El proyecto que Lucía integra es Antar Andes, el cual realizará el estudio “Caracterización del ecosistema glaciar austral utilizando trazadores radiactivos de tritio y radón para la evaluación del cambio climático”.
El estudio, liderado por el Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN), tiene como investigador principal a Víctor Poma, quien permanecerá en el buque, mientras que la parte continental será cubierta por la geógrafa y su colega expedicionario Ernesto Buitrón.
Cabe resaltar que la coyuntura climática actual, que implica la ocurrencia de los fenómenos de El Niño Costero y El Niño Global al mismo tiempo, configura un escenario ideal para la realización del proyecto, que incluye también mediciones en glaciares de la cordillera andina peruana.
Así, en la parte correspondiente a la Antártida, se recogerán muestras en el glaciar Znosko y en los alrededores de la estación Machu Picchu con trazadores isotópicos ambientales (tritio y radón) para evaluar el impacto del cambio climático.
“Tenemos oficialmente seis días de trabajo efectivo en el Ecamp, pero, en caso necesitemos más, es probable que nos lo den. El trabajo se va a realizar en el glaciar Znosko y en la zona periglaciar en los alrededores de la estación. Además, vamos a aprovechar para hacer mediciones de radón en la estación con el fin de realizar una línea base para investigaciones futuras”, nos cuenta Lucía.
Como parte del proyecto, la geógrafa irá realizando una bitácora de viaje que se publicará en la página oficial de la expedición.
“El compromiso, al regreso del equipo, es la realización de tres tesis: dos de licenciatura, que incluye la de Lucía sobre el tema de radón, y una de maestría. Además, están comprometidas dos publicaciones científicas, participaciones de difusión en conferencias y simposios, y charlas en colegios del país”, finaliza Lucía.
