«Un río recorre un territorio y en ese recorrer se encuentra con gente. El agua es un elemento básico que une a todos», dice David Sánchez, egresado de la Escuela de Danza Contemporánea de la PUCP y director del grupo Río Danza Comunitaria. El nombre de este colectivo multidisciplinario tiene origen en la simbología del río como elemento unificador. Su objetivo es promover la conciencia ambiental y la integración humana a través del arte, específicamente la danza.
Río Danza Comunitaria nació en 2013 a cargo de un grupo de profesionales de la educación, psicología, artes plásticas, danza y comunicaciones que querían generar un cambio social. En ese año se realizó en Lima la segunda edición del Global Water Dances, evento internacional que consiste en un flashmob o gran coreografía y se da cada dos años en el mes de junio. «Se busca que en cada país algún grupo asuma la responsabilidad de organizar este evento y convocar personas que quieran bailar por una causa, en este caso, el cuidado del agua», cuenta David.
Amelia Uzátegui, bailarina profesional egresada de The Juilliard School (Nueva York), tomó el liderazgo del proyecto e hizo un taller de tres meses. En la presentación final se logró reunir a 150 personas bailando juntas, desde niños hasta adultos mayores. El efecto fue multiplicador: las personas que participaron en el taller se encargaron de enseñar la coreografía en otros lugares y así se llegó a congregar esa cantidad de personas. Al finalizar, los participantes que tenían más afinidad por los temas de medio ambiente y de intervención en espacios públicos, entre ellos David, se preguntaron por qué esperar dos años más. Así fue que decidieron juntarse y formar el colectivo.
Río Danza Comunitaria ha estado a cargo de la organización de este evento en Perú por dos años consecutivos. Como cuenta David, ellos no quieren que el formato de danza comunitaria se use solo cada dos años, sino cada vez que haya una oportunidad de convocar gente y movilizar sensibilidades a través del movimiento. Esta coreografía además tiene imágenes que son universales, como el ciclo del agua y la relación de las personas con este elemento. Esto ayuda a generar la sensación de cercanía con el tema y que los participantes no sean solo bailarines, sino cualquier persona.
«Nos inspiramos en el movimiento del agua, las olas, los ríos y las nubes», dice David. Para los miembros de Río Danza Comunitaria, a través de la emoción una idea puede calar más hondo en nuestro ser. Y, como cuenta David, el arte y el juego es emoción pura. «Hacemos que la gente reconozca que el cuerpo está compuesto por un gran porcentaje de agua, y que este elemento está presente no solo en el cuerpo, sino también en la práctica cotidiana. Y así la gente se conecta, tanto a nivel individual como colectivo», señala.
El grupo está por dictar el taller «Cuerpos De Agua: Danza Para El Activismo Social», que terminará con una muestra pública en el Encuentro Nacional de Universidades y Medio Ambiente. «Se nos ocurrió hacer un taller de danza con el tema del agua, para no solamente enseñar los pasos de la coreografía, sino movilizar las sensibilidades de las personas y sobre todo reforzar la idea de que cada uno puede expresar una emoción desde el movimiento», finaliza David.
Foto: Río Danza Comunitaria en el Festival Musuq Wayra, en el marco de la Semana Ambiental PUCP 2016.
