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12/10/2023

Protegiendo la biodiversidad peruana: combatiendo la biopiratería

Imagen: SPDA

De acuerdo con la Comisión Nacional contra la Biopiratería (CNB), se han registrado 246 instancias de biopiratería en las patentes de varias instituciones globales desde 2004 hasta 2022. Estos casos involucraron la apropiación indebida de 41 recursos genéticos originarios de Perú y los saberes tradicionales de las comunidades indígenas.

¿Qué es la biopiratería?

En el mundo actual, surge una continua demanda por explorar innovadoras maneras de aprovechar la riqueza de recursos naturales que nos brinda la biodiversidad. Bajo este contexto, se realiza una exploración en la biodiversidad con el fin de descubrir organismos, biomoléculas o genes que puedan ser beneficiosos para la industria, el desarrollo genético y la creación de productos de valor económico, presente o futuro, a esto se le conoce como “bioprospección”. Sin embargo, existen ciertas preocupaciones sobre la propiedad intelectual de estos elementos. 

La biopiratería ocurre cuando la bioprospección se utiliza para apropiarse de conocimientos y recursos ambientales con el fin de obtener el uso exclusivo comercial a través de derechos de propiedad intelectual, sin otorgar ningún tipo de beneficio a las comunidades indígenas (Machey y Liang, 2012, p.1).  En otras palabras, la biopiratería es la apropiación de conocimiento tradicional y su ambiente con fines de explotarlos económicamente y establecer un monopolio sobre ellos. 

Existen tres formas de biopiratería. En primer lugar está la biopiratería con patentes, la cual consiste en obtener patentes sin autorización sobre recursos biológicos o conocimientos tradicionales y no compartir los beneficios. En segundo lugar está la biopiratería sin patentes, que se da cuando se consigue exclusividad sobre recursos biológicos o conocimientos tradicionales mediante otros medios de propiedad intelectual sin autorización ni beneficio compartido. Finalmente, se encuentra la apropiación indebida, que es la extracción no autorizada de recursos biológicos o conocimientos tradicionales sin permiso ni beneficio compartido (Reyna, 2019, p. 7).

 

Imagen: Andina

¿Por qué el Perú es susceptible a esta problemática?

Perú es conocido por su rica biodiversidad, que incluye una amplia variedad de especies de flora y fauna, así como valiosos conocimientos tradicionales de comunidades indígenas. Así alberga el 70% de la biodiversidad mundial, destacando que existen 4,000 variedades de papa, 24 razas de quinua y 184 especies de plantas nativas cultivadas. (Minam, 2019, p.2). Además, cuenta con una vasta gama de especies autóctonas, como el olluco, la mashua, la achira y la arracacha.

Posee una riqueza cultural que abarca técnicas, saberes, innovaciones y prácticas transmitidas de generación en generación por las comunidades indígenas (Naciones Unidas, 2019, p.1). Estos saberes constituyen la identidad cultural del país y representan una valiosa herencia íntimamente ligada a la diversidad biológica de su entorno.

Esta interconexión entre biodiversidad y saberes tradicionales plantea desafíos en términos de protección contra la biopiratería, lo que resalta la necesidad de desarrollar estrategias legales y de otras índoles para hacerle frente a esta problemática. 

¿Cómo combatimos la biopiratería?

En el Perú, existen dos leyes enfocadas a combatir esta problemática: 1) la Ley N° 28216, la cual se enfoca en regular el acceso a la diversidad biológica peruana y la protección de los conocimientos colectivos de los indígenas; 2) la Ley N° 27811, que se centra exclusivamente en la preservación de los saberes tradicionales de las comunidades indígenas. La existencia de este tipo de acciones legales es crucial para combatir la explotación ilegítima de nuestra biodiversidad y nuestro conocimiento cultural. 

El Perú participó en el Protocolo de Nagoya sobre Acceso a los Recursos Genéticos y la Participación Equitativa en los Beneficios Derivados de su Utilización, de la Convención sobre Diversidad Biológica (CDB), que, tras su creación, entró en vigencia desde octubre de 2014. El protocolo de Nagoya tiene como objetivo fomentar la gestión sostenible de la biodiversidad, combatir la biopiratería y promover una distribución equitativa de los beneficios entre las comunidades indígenas. 

Jorge Caillaux, presidente de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), menciona que, además de las acciones legales, es fundamental contar con sistemas que promuevan y produzcan información, de manera que cuando alguien desee acceder a recursos genéticos, se pueda acudir a uno de nuestros centros de investigación y obtener información debidamente identificada y registrada (2004, p. 79). Esto hace evidente la necesidad de una alianza entre el Estado y la comunidad científica nacional, que actuaría como instituciones responsables del manejo de la información en torno a la diversidad biológica, asegurando que dichos recursos se mantengan en el país. 


Referencias

Caillaux, J. (2004). Comentarios sobre “Acceso a los Recursos Genéticos”.  Biopiratería en la Amazonía. En P. Ferro & M. Ruiz (Eds.), ¿Cómo prevenir la Biopiratería en el Perú? Reflexiones y propuestas (pp. 79-80). Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA).

Machey,  T. & Liang, B. (2012). Integrating Biodiversity Management and Indigenous Biopiracy Protection to Promote Environmental Justice and Global Health. Recuperado el 2 de octubre de 2023 de: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3483946/

Ministerio del Ambiente (Minam), (2019). Cifras de la Biodiversidad Biológica. Recuperado el 2 de octubre de 2023 de: https://www.gob.pe/es/i/393440 

Naciones Unidas (UN). (2019). Introducción – Conocimientos tradicionales. Recuperado el 2 de octubre de 2023 de: https://www.un.org/development/desa/indigenouspeoples/wp-content/uploads/sites/19/2019/04/Spanish-Traditional-Knowledge-backgrounder-FINAL_ES.pdf 

Reyna, M. (2019). Biopiratería: otro reto para el desarrollo sostenible. Recuperado el 2 de octubre de 2023 de: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6957086