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17/09/2024

Ola de incendios forestales sin precedentes azota la Amazonía peruana

Imagen: La República

El Perú viene sufriendo una situación ambiental crítica a raíz de la proliferación de incendios forestales que viene arrasando la Amazonía con cuantiosas pérdidas. La Dra. Ana Sabogal, especialista en ciencias naturales, directora de la Maestría en Desarrollo Ambiental e investigadora del INTE, analiza los factores que han generado este fenómeno y las acciones que deben considerarse para prevenirlo a futuro.

Hace algunos días, unas imágenes satelitales de Sudamérica cubierta de humo prendieron las alarmas y evidenciaban un problema mayor: la Amazonía está siendo azotada por incendios forestales, y en el Perú vienen alcanzando niveles críticos y afectando a 22 de las 24 regiones del país.

Actualmente, hay 92 incendios activos, de acuerdo con cifras del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), y las zonas más afectadas son Cusco, Huancavelica, Huánuco, Cajamarca, Amazonas, Madre de Dios y Ucayali.

Para rastrear los factores que han generado este fenómeno, debemos ir a la acción del hombre y sus efectos. De acuerdo con Ana Sabogal, doctora en Ciencias Naturales e investigadora del INTE-PUCP, se encuentra el cambio climático y sus consecuencias: modificación en las precipitaciones y aumento de la temperatura a nivel global; y el otro es la deforestación, fruto del cambio de uso del suelo actividades como la agricultura y ganadería.

Si bien la Amazonía, debido a la humedad intrínseca a su sistema, no debería generar incendios, actualmente, viene sufriendo un fenómeno que la hace más seca y susceptible a estos siniestros.

«Actualmente, hay muchísimos más incendios forestales. Antes no los tomábamos en cuenta, ni los considerábamos como algo importante porque eran muy esporádicos en el Perú, a diferencia de lo que ocurre en las zonas secas de los países europeos en las épocas de mucho calor”, sostiene. 

Añade, además, que “en la Amazonía ahora hay menos humedad a raíz de la ‘sabanización’ o ‘paramización’. La sabana es un ecosistema seco de pastos y que normalmente se asocia con África, pero está presente en muchos sitios. Cuando se tala y se deja un área sin plantas, rebrotan pastos y otra vegetación, ya no árboles, generando un ecosistema más proclive a los incendios”, sostiene.


Perú bajo fuego

En la actualidad y va en aumento, el fuego incontrolable ha destruido más de 3,300 hectáreas de áreas naturales, de las cuales casi 1,500 son tierras de cultivos. Asimismo, se han registrado al menos 15 personas fallecidas, más de un centenar de heridos y más de 1,800 damnificados que dependen de estas tierras para su subsistencia. De más está decir que se están destruyendo hábitats de especies en peligro de extinción, como el oso andino.

A pesar de que el gobierno sostiene haber controlado casi el 80% de los incendios, instituciones como Serfor y la NASA han desplegado una serie de herramientas para monitorear los incendios en tiempo real. De acuerdo con este monitoreo, por ejemplo, se encuentran activos 17 mil focos de calor – indicadores de que un incendio puede desarrollarse– en todo el Perú. 

                                                      Imagen: La República

Un problema continental

El fenómeno viene afectando no solo al Perú, sino a toda Latinoamérica. En Brasil, hay más de 6 millones de hectáreas perdidas, más de 4 millones en Bolivia, más de 175 mil en Paraguay y más de 30 mil en Argentina.

Asimismo, el humo ha tomado varias ciudades, en particular en Brasil y Bolivia, afectando seriamente la calidad del aire, lo que ha devenido que sus gobiernos decreten una «alerta epidemiológica» en esos países.

“El humo tiene dos cosas complicadas. Una es el monóxido de carbono. Como nosotros absorbemos oxígeno, el monóxido de carbono nos quita oxígeno. La otra son los sulfatos que se emiten cuando hay incendios. Y los sulfatos cuando se combinan con el agua dentro de nuestro cuerpo forman ácido sulfúrico y eso corroe todas las mucosas, lo que va hasta los pulmones. Por eso, cuando hay incendios, la quema no es solo externa sino interna”, explica Sabogal sobre la gravedad del contaminante.


Urge trabajar en la prevención

Según el Senamhi, el fenómeno se proyecta hasta noviembre debido a las proyecciones de intensidad de lluvias.

Sin embargo, de acuerdo con la especialista, si bien el problema terminará, nos obliga a estar prevenidos porque se proyecta a ser frecuente en los años que vienen.

Por esa razón, además de la necesidad de desarrollar alertas tempranas de prevención, según Sabogal, “toca estar prevenidos y tener manuales de acción”. Y añade que “como con los terremotos, que debemos tener nuestra mochila y saber por dónde vamos a evacuar, lo mismo debemos tener con respecto a los incendios. Por eso, es necesario tener manuales donde se describa qué hacer en cada caso, así como tener brigadas contra incendios y gente capacitada que sepa cómo actuar”, finalizó la investigadora.