
La DAES organizó la segunda edición del festival Emociofest. Entre las actividades, se dictó una clase de patinaje para promover la ecomovilidad y el ejercicio físico, a modo de cuidar la salud mental.
El jueves 2 de mayo se llevó a cabo el Emociofest, que presentó distintas actividades en el campus PUCP orientadas a promover el cuidado de la salud mental de los integrantes de la comunidad universitaria. Fue un día de deporte, música y entretenimiento. Así, la Dirección de Asuntos Estudiantiles busca que se desarrollen habilidades de regulación emocional que, a su vez, fomenten la sostenibilidad del medio ambiente.
Entre las actividades realizadas ese día hubo una clase de full body, ejercicios de estiramiento, un concurso de danzas peruanas, juegos inflables y clases de patinaje. Esta última fue dictada por “Patina Perú», en colaboración con Clima de Cambios. Ya es la segunda vez que se imparte esta clase en la PUCP, que tiene como finalidad enseñar cómo movilizarse de manera más ecoamigable en la ciudad.
“Valoramos la importancia de la actividad física por su contribución a una buena salud. La práctica del patinaje, por ejemplo, alienta el bienestar al trabajar de manera integral y favorecer el equilibrio y la flexibilidad corporal. Es un entrenamiento aeróbico que reduce el estrés y mueve las articulaciones, puede ser considerada una actividad física muy completa. Ha sido una gran oportunidad para desconectar y asegurar un espacio de diversión saludable que vale la pena seguir fomentando”, cuenta Rocío Espinel, jefa de la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAES).
A través de esta actividad, la PUCP demuestra que el cuidado de la salud mental y la movilidad sostenible pueden ir de la mano. Desde el 2015, la salud mental está incluida dentro de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), con el fin de alcanzar objetivos de desarrollo internacional que también dignifiquen la vida de las personas.
Entre los objetivos que inciden positivamente en la salud mental figuran el acceso universal a la salud de calidad, la reducción de la violencia, las acciones contra el cambio climático, etc.
Conciencia climática y estabilidad emocional
Es sabido que una de las cosas que podemos hacer para cuidar el medio ambiente es utilizar movilidades no motorizadas, como patines o bicicletas. Al no emplear motor ni combustible, ayudan a reducir las emisiones de dióxido de carbono y otros agentes contaminantes. Por otro lado, el motor y el combustible están en uno mismo, al pedalear o trotar. De esta manera, se fomenta la actividad física como la principal fuente de relajación y regulador de episodios de estrés, ansiedad o depresión.
Así, la ganancia es doble: optar por la movilidad sostenible no solo ayuda al medio ambiente, sino también a la salud mental, personal y colectiva. Las medidas sostenibles aumentan no solo la conciencia climática, sino también la emocional.
Resumen de la actividad