Los últimos informes respecto de la agudización de la crisis climática convergen en buscar alternativas para abordarla a través de paneles de diálogo tal es caso de la COP 26. En estos espacios multilaterales, los pueblos indígenas han luchado por insertar una agenda propia a razón del reconocimiento de su sabiduría ancestral.
Actualmente, el conocimiento tradicional indígena se ve afectado debido a la pérdida de conocimientos entre las generaciones más jóvenes y la falta de preparación técnica de las comunidades indígenas para hacerla conocer. No obstante, esta es una de las principales claves para conservar la biodiversidad, ya que rescata valores como el respeto a la naturaleza y al territorio, pues permite entender a más profundidad la importancia de preservar el ecosistema y la responsabilidad con el respeto al medio ambiente. Como lo proclaman diferentes poblaciones “De la tierra venimos y a la tierra volvemos”.
Los mecanismos utilizados para abordar la crisis climática siguen siendo materia de debate en espacios multilaterales que reúnen a una multiplicidad de actores internacionales con poder político, social y económico. En este marco, los pueblos indígenas han logrado desenvolver un rol activo en política climática en tanto han sido reconocidos como actores protectores directos de la biodiversidad y en la generación de alternativas para un desarrollo bajo en carbono.
Según un reporte de Ojo Público, las cosmovisiones indígenas son transmisibles y configuran la relación entre estos pueblos, el medio ambiente, y las personas que la habitan. En ese sentido, la relación con el entorno no es superficial, sino profunda en tanto provee recursos, protección y salud. No obstante, los proyectos de construcción del Estado y de modernización, a través de una cosmovisión occidental, han desprestigiado estos saberes reconfigurando la relación con la naturaleza como una fuerza a someter.
En ese sentido, tras el avance del cambio climático, la comunidad internacional y académica ha tendido puentes, aunque fragmentados, hacia una gobernanza ambiental global en la que se ha conciliado la relevancia de los pueblos indígenas como protectores directos de la biodiversidad. Tras esto se han ido erradicando discursos e ideales inveterados respecto de que estos estancaban el desarrollo, aunque su incorporación permanente es estos espacios de debate son aún minoritarios y conflictivos.
La protección y difusión de estos conocimientos tradicionales en las generaciones más jóvenes, permitirá promover la preservación y uso sostenible de los recursos genéticos, así como contribuir y promover el bienestar humano en el país. De esta manera, se crea un sentido de conciencia sobre la urgencia de la conservación ambiental y fortalece iniciativas relacionadas que deben seguir un absoluto respeto a la Madre Tierra.
Fuente: Minam
