Noticias
16/01/2024

Jóvenes PUCP viajaron a Dubái para participar en la COP28

Valery Salas participando en la 28va Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

Las egresadas Valery Salas, Kelly Guevara y Pascuala Vásquez hoy defienden los derechos medioambientales. Desde su participación en la COP28 en Medio Oriente el pasado diciembre, dialogaron sobre las futuras acciones para hacerle frente a la actual crisis climática. 

Fueron formadas en las aulas de esta Universidad y ahora levantan una de sus principales banderas: la lucha por una gestión sostenible del medioambiente. En diciembre pasado, Valery Salas, Kelly Guevara y Pascuala Vásquez participaron en la 28va Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 28), que tuvo sede este año en la ciudad de los Emiratos Árabes Unidos: Dubái. Ahora ya en Perú nos comparten sus experiencias en este importante evento climático.

En la COP28, Valery Salas se encargó de darle seguimiento a las negociaciones climáticas y mostrar qué hace el Perú en esa materia.

Valery Salas, egresada de la carrera de Ingeniería Industrial, hace activismo medioambiental desde hace 10 años. Fue voluntaria en Clima de Cambios y en una Conferencia Mundial de Juventudes escuchó que las decisiones que los jóvenes toman hoy pueden afectar directamente al futuro de la humanidad. “Por eso, nosotros tenemos derecho a cuestionar esas decisiones y también a ayudar a construirlas”, dice. Este lema la guio durante todos estos años para mantener firme su compromiso con esta causa que hoy construye progresivamente.

Valery resalta cómo su formación académica influyó en su activismo. “Yo estudié Ingeniería Industrial y sé que suena raro que me dedique a temas de clima, pero mi carrera me dio herramientas para entender lo que hoy tengo que negociar y debatir”, cuenta. 

A Valery, su paso por la PUCP le ha permitido entender cómo se desenvuelve el mercado en el Perú y por ende puede cuestionar su eficiencia. Así es como viene desempeñando un papel fundamental. Este año tuvo dos funciones en la COP: hacer seguimiento a las negociaciones climáticas y mostrar qué hace el Perú en esa materia. En ese sentido, se encargó de mostrarle al mundo uno de sus principales proyectos. “Yo he creado un proyecto que se llama Chambea, que trata de promover los empleos verdes y sostenibles en Perú. Así se busca cambiar el sistema energético de nuestra sociedad para que pueda adaptarse al cambio climático”, explica.

Kelly Guevara, apoyó a jóvenes en la COP28 a través de Unicef.

Kelly Guevara se graduó en la carrera de Gestión y Alta Dirección. Su trayectoria en el campo ambiental empezó en el 2014, con la COP 20, gracias a los voluntariados que la PUCP promovía. “Ahí tuve la oportunidad de poder explicar diferentes proyectos y me di cuenta de que el tema ambiental en el país era muy fuerte. Este evento me inspiró a seguir conociendo y me volví activista climática”, recuerda. 

“Dentro de mi carrera, yo elegí enfocarme en la mención de Gestión Pública para poder aprender sobre la gobernanza y las políticas públicas. La PUCP me dio las bases de esta vocación”, dice Kelly sobre su paso en el pregrado. Gracias a las prácticas que realizó en el Ministerio del Ambiente, pudo complementar su formación.

En esta edición de la COP, tuvo dos roles. “A través de Unicef he podido apoyar a jóvenes de América Latina y el Caribe para vincularlos con otros países. Por otro lado, también he apoyado a los jóvenes negociadores que pertenecen a las delegaciones oficiales de cada país y que recién empiezan a estar en estos espacios”, detalla.

La COP28 fue una experiencia en la que Pascuala Vásquez aprendió que hay mucho por aterrizar a nivel nacional y regional.

Pascuala Vásquez estudió la carrera de Sociología y cuenta que desde que estuvo en el colegio, en Cusco, le interesaron los temas ambientales. En la Universidad, le empezaron a llamar la atención los temas culturales y de género, pero en 2015, cuando se unió a la Red Universitaria Ambiental, se dio cuenta de que las luchas ambientales no están desvinculadas de otras luchas. Es decir, es una lucha interseccional, lo que terminó de consolidar su vocación.

Después de dos arduas semanas en Dubái, Pascuala cree en la necesidad de seguir trabajando. “Siento que hay mucho trabajo por hacer. Estas semanas han sido transformadoras, y me han ayudado a aprender que hay mucho por aterrizar a nivel nacional y regional”, reflexiona. 

Las tres jóvenes están de acuerdo en lo complejo que es dedicarse al activismo ambiental en Perú porque muchas veces no hay oportunidades o el mismo sistema pone brechas difíciles de superar. Sin embargo, coinciden en que el apoyo familiar, amical y de la PUCP que han recibido han sido fundamentales para mantenerse fuertes en este camino.