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30/07/2025

El silencioso deshielo de los glaciares

Glaciar South Cascade con pérdida de la mitad de su masa glaciar - Imagen: USGS

Por: Valeria Caro, voluntaria de Clima de Cambios

El 21 de marzo de 2025 se celebró por primera vez el Día Mundial de los Glaciares pues, si bien se sabía de la problemática latente que significa su deshielo acelerado por el cambio climático, recién este año se decidió hacer un llamado global a la acción para protegerlos. De la mano con Fabian Drenkhan, docente del curso Glaciología, investigador PUCP y especialista en el tema así como de hidrología, se propone visibilizar las consecuencias presentes y futuras de las décadas de impacto antropogénico sobre estas masas de hielo y las posibilidades a futuro.

Los glaciares son masas de hielo formadas por la acumulación y recristalización de nieve que estuvo en movimiento. Su derretimiento es un proceso natural de la Tierra; no obstante, la velocidad actual con la que ocurre dista de aquel ritmo “natural”, lo que da origen a una serie de consecuencias ambientales y sociales. Los glaciares actúan tanto como una cubierta protectora capaz de mantener al planeta más fresco, gracias a su color blanco que refleja el exceso de calor (World Wildlife Fund [WWF], 2023), y como la fuente de la que algunas comunidades obtienen agua para beber o como ente central de algunas costumbres.

Estos cuerpos son esenciales para la vida ya que almacenan el 70% de los recursos mundiales de agua dulce; pese a ello, entre 2000 y 2023, la pérdida de masa glaciar globalmente ascendió a 6,542 billones de toneladas, lo que equivale al consumo de tres litros por persona al día del conjunto de la población mundial durante 30 años (Organización Meteorológica Mundial [OMM], 2025). Si bien es complicado asociar una fecha exacta al inicio de la exacerbación de esta problemática, se le puede vincular con la Revolución Industrial, cuando la prosperidad de las industrias vino acompañada de emisiones masivas de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero que provocan elevaciones de temperatura. Asimismo, como menciona Fabian Drenkhan: “Los glaciares de hecho son cuerpos de masa de hielo que demoran bastante en responder […] entre unos años o décadas”, por lo que el deshielo actual es reflejo del clima pasado y todavía quedamos expectantes de nuestro impacto actual.

La huella del deshielo: cómo el retroceso glaciar afecta ecosistemas y comunidades

Como establece la WWF (2023), desde un punto de vista ambiental, el derretimiento actual de los glaciares en los polos está cambiando la circulación de corrientes oceánicas alterando los patrones climáticos mundiales, generando que los animales como las morsas pierdan su hábitat y que los osos polares pasen mayor tiempo en tierra buscando alimento; además, es el segundo factor que más contribuye al aumento del nivel del mar. Por ejemplo, respecto a los glaciares tropicales, Fabian nos comenta que en el Perú ya se presentan cordilleras completamente sin masa glaciar y se tiene a Venezuela como el primer país que ya no cuenta con este recurso: es una señal de alarma para la biodiversidad ligada a este ecosistema.

Bajo estas mismas razones, el ámbito social es afectado, pues las industrias dependientes de pesquería se verán perjudicadas, así como las comunidades aguas abajo de los glaciares que, como nos recuerda Fabian, “[…] son afectadas de manera más directa y más fuerte porque justo son grupos más vulnerables sin tantas opciones como para buscar otras fuentes o mudarse y dependen mucho de los recursos locales”, aspecto que se ve comprometido frente al agotamiento de este recurso. Del mismo modo, así como revela la OMM (2025), cada milímetro de subida del nivel del mar expone a aproximadamente 250 mil personas más a inundaciones anuales.

 

Avance del deshielo del Pastoruri – Imagen: ANA


La pregunta del millón: ¿estamos condenados o todavía podemos actuar?

Por un lado, considerando el tiempo de reacción de los glaciares, aun si se reducen significativamente las emisiones en las próximas décadas, más de un tercio de los glaciares restantes en el mundo se derretirá antes del año 2100 (WWF, 2023); pero, así como menciona Sergio Parra (2025), todavía es posible salvar los otros dos tercios si el aumento de las temperaturas globales no supera permanentemente los 1.5 °C. El cambio climático es una realidad cuyas consecuencias ya vivimos por las emisiones desenfrenadas de gases de efecto invernadero pasadas y que en el presente todavía no controlamos. Tal como destaca el entrevistado, de seguir en esta trayectoria sin cuestionamiento alguno, todo indica a que el precio a pagar serán la mayoría de glaciares.

Por ello, como llamado final, rescato lo compartido por Fabian: “Estamos en un punto crítico donde es muy importante el ahora porque es ahorita donde pasa todo eso, donde hay mayores efectos del cambio climático, donde el derretimiento glaciar es muy visible y fuerte, donde hay nuevas lagunas que se forman, todo eso pasa en estos años […] Tenemos que investigarlo bien, entenderlo mejor y sobre todo actuar más en todos los sentidos: a nivel administrativo, a nivel de política y a nivel de estrategias de adaptación”.

Fuentes consultadas