Su propuesta trata de la elaboración de una estrategia para la recuperación de andenes promoviendo el reaprendizaje de esta técnica de cultivo y asegurando la seguridad alimentaria de poblaciones rurales de los Andes. Esta nace como una respuesta ante el Calentamiento Global.
¿Cuáles crees que son los mayores impactos del Calentamiento Global en la región?
Bueno, lo que ha determinado el IPCC es el derretimiento de los glaciares, que ya lo estamos viendo pues hemos perdido el 22% de agua que teníamos reservada en ellos. Esto a futuro podía tener un efecto en la reducción de los caudales de los ríos.
Por otro lado lo que se espera son efectos en la variabilidad climática, por ejemplo tener periodos de sequía más largos. Algunos lo relacionan a mayores desastres, mayor incidencia del Fenómeno del Niño y todo eso puede afectar a las poblaciones rurales de los andes.
¿Cómo afecta a la población?
Por un lado, es un reto tener una producción agrícola estable. De por si ya es un reto, porque se enfrentan a un clima bastante variable. Todo ese espacio está formado ecosistemas vulnerables, que con el cambio climático, podrían verse muy afectados. En ese sentido, el uso de andenes se plateaba porque nos permite un uso más eficaz de los recursos de agua y suelo. Por eso, si nos vamos a ver afectados por un tema de disponibilidad de agua, necesitamos una herramienta que nos permita un uso eficiente de este recurso, para que podamos continuar produciendo.
¿Cuáles son los beneficios que brindan los andenes?
Tienen múltiples beneficios, por un lado permiten ampliar la frontera agrícola y eso en la actualidad es una gran ventaja, porque las extensiones que tienen para cultivar son pocas. Por otro lado, tenemos la ventaja del uso eficiente de agua y suelo, también la protección de los suelos frente a la erosión hídrica y el incremento de la productividad de ciertos cultivos.
¿Cómo cuales?
La alfalfa, que tuvo un incremento de 1019%, seguido por el rabanito (200%), la papa (142%), la cebolla (57%) y el trigo (54%). En general permiten una mayor productividad.
¿Y vale la pena el uso de andenes?
Yo creo que en un escenario futuro, si las predicciones son tan devastadoras, más bien sea una necesidad para asegurar una producción.
¿Dónde se usan todavía?
En lugres tan cercanos como el valle del Rímac, del río Chillón, pero por lo general los encontramos en la sierra central y sur.
¿Cuáles son las desventajas?
Al momento de pensar las propuestas, también pensé en las desventajas. Por un lado genera un costo económico y un costo en inversión de mano de obra, porque la población no está preparada para asumir esos costos. Además requiere un mantenimiento y una organización para su construcción.
Pero creo que en la actualidad existe una nueva tendencia hacia una agricultura sostenible, verde y se puede aprovechar ese mercado que puede ayudar a una recuperación de andenes que nos ayude a mantener ese aprendizaje milenario.
¿Por qué crees que es importante la recuperación de la técnica?
Para generar un aprendizaje de la técnica, que se va perdiendo a lo largo del tiempo. Creo que esto es importante en función a los retos que va a generar el cambio climático, pues si pensamos en un escenario donde los recursos de agua y los tiempos de cosecha se ven afectados, entonces una técnica que nos permita hacer un uso más eficaz de estos recursos es muy importante.