«Solo el 0.5% de nuestro mar se encuentra protegido a través de áreas emblemáticas como las reservas nacionales de Paracas y San Fernando; pero no hay áreas exclusivamente marinas», aseguró el Gerente Senior del Programa Marino de WWF, Samuel Amorós.
El Mar Pacífico Tropical no forma parte de nuestro sistema nacional de áreas protegidas, a pesar de concentrar un espacio bastante rico y de convergencia de dos corrientes: por un lado, la corriente fría de Humbolt; y por el otro, la corriente tropical de aguas calientes. Por lo tanto, posee tanto elementos propios de la corriente fría como de la corriente caliente, así como elementos específicos de esta zona de mezcla.
Amorós asegura que la creación de Mar Pacífico Tropical como zona protegida, permitirá combatir la pesca ilegal, desarrollará el potencial turístico de la zona, y ayudará a que el Perú avance en su compromiso internacional de alcanzar al menos un 10% de áreas marinas bajo protección al 2020, según Naciones Unidas.
«Es clave reforzar iniciativas que ayuden a mantener este lugar porque brindan recursos pesqueros, tienen elementos emblemáticos como tortugas marinas, ballenas jorobadas y cetáceos. Más de 15 mil familias se benefician de la actividad pesquera», aseguró el representante de WWF.
El Mar Pacífico Tropical en Perú, está constituido por 4 zonas específicas: isla Foca, el Ñuro, el banco de Máncora y los arrecifes de Punta sal, que juntas suman 116 mil hectáreas.
Amenazas de la zona: Amorós dijo que en esta zona «existen problemas vinculados a pesca ilegal, no se respetan las normas y existe la intromisión de embarcaciones en zonas prohibidas; por ello, tener un área protegida representa un elemento complementario de protección, que ayudará tener una pesca regular que sea más amigable con el ambiente».
Crecimiento económico de las comunidades: En la zona existen muchas comunidades que se dedican a la pesca artesanal y selectiva. En la medida que los recursos permanezcan en el área, esto puede contribuir a aumentar el turismo.
«El crecimiento económico en la zona puede darse, ya hay lotes destinados a las empresas, y ello será compatible bajo un plan de ordenamiento y zonificación, porque esto determina en qué lugar se pueden realizar algunos trabajos y qué lugares no. Bajo un régimen de normas adecuadas puedes hacer uso de los recursos, esto será beneficioso desde el punto de vista social, económico y ambiental», indicó el especialista.
La zona reservada es una categoría transitoria, se considera que ese espacio debe protegerse y lo que viene después es el establecimiento de la categoría definitiva que debería tener; por ello, es importante que la sociedad civil se involucre en estas actividades porque el beneficio no es local, sino que se irradia a todos, y lo importante es que todos apoyemos para que se establezca estas y otras áreas protegida en el ámbito marino.