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24/02/2010

Sobre la renuncia de Yvo de Boer, dirigente de la Convención del Cambio Climático

La semana pasada se anunció la renuncia sorpresiva el secretario ejecutivo de la Convención de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Yvo de Boer. El profesor Víctor Saco Chung, abogado especialista en temas internacionales, nos comenta sobre las implicancias.


¿Qué implicancias políticas tiene esta renuncia para el sistema de la ONU?

No veo una influencia directa para las Naciones Unidas porque no estamos ante un órgano de la ONU, sino ante un órgano de un tratado específico, que es la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Políticamente, sería un jalón de orejas para la ONU. Si bien no es un órgano propio, la ONU ha impulsado la Convención y esta lleva su nombre.

 

¿Es posible que el cambio climático ponga sobre la mesa el debate la necesidad urgente de reformar las Naciones Unidas?

Sí y no. No, porque casi siempre se habla de la reforma de la ONU, acerca de la ampliación del Consejo de Seguridad. Sí, porque lo que habría que reformar sería los protocolos que se crean sobre la base de la Convención Marco. Sería una reforma en cuanto a la normativa que se debe aplicar para el cambio climático. Se dice que el evidente fracaso de la cumbre de Copenhague detonó la renuncia de Yvo de Boer.

 

¿Qué efecto tendrá esto en la cumbre de Cancún?

De Boer puede ayudar hasta el 1 de julio, cuando dejará el cargo. Su figura es importante porque ha hecho un trabajo muy bueno, pero en este caso, creo que la institución en sí y los procesos son más fuertes que la persona que los dirige. Finalmente, quienes toman las decisiones son los Estados.


¿Es acaso un golpe para la ONU el hecho que su jefe para el cambio climático pase a luchar desde las huestes del sector privado?

En términos de orgullo no creo que la pegada sea tan fuerte para la ONU, aunque siempre podemos interpretar: no pude lograr mis ideales con las Naciones Unidas, voy a intentar hacerlo desde el sector privado asesorando empresas. Yvo de Boer mencionó que las empresas tienen la voz final sobre si contaminar o no, ellas son las que pueden decidir.

 

Este paso a la empresa privada, ¿podría interpretarse como un mensaje para la sociedad civil global?

En este sentido sí. Los Estados son quienes deciden, pero a nivel interno estamos nosotros y las empresas. La desilusión de Copenhague demuestra que nosotros no estamos lo suficientemente comprometidos con el medio ambiente, que no somos tan fuertes como para pedirle a nuestros gobiernos que queremos un cambio o decirle a las empresas que no les compraremos mientras dañen el planeta. La renuncia de De Boer podría leerse como que la lucha contra el cambio climático no funciona a nivel macro, sino a partir de cada uno de nosotros.

 

Foto:EFE