El domingo 7 de noviembre fuimos a visitar diferentes puntos de la cuenca baja del río Rímac. Nosotros, 12 alumnos profesionales de distintas carreras, junto con dos profesoras de la Maestría en Desarrollo Ambiental —Vanessa Teixeira y Ana Sabogal— hicimos un recorrido para constatar el estado de este sector del río.
¿Qué de especial tiene la cuenca del río Rímac? Es quizá la pregunta que frecuentemente nos hacemos pues a menudo pensamos en la ecología como cuidado y conservación de paisajes y defendemos —casi a ultranza— que nadie debería tocarlos porque lo contaminarían y perderían su belleza. Sin embargo, el Rímac no es solo un río contaminado y sucio; es el río en que nos alimenta y nos da de beber y comer. Así que en el momento que estés en la esquina tomando un rico caldo de gallina recordarás que ese líquido también es un poco del Rímac.
Si hay algo en especial que tiene este río. Primero, que es un testigo histórico de nuestro crecimiento urbanístico desordenado. Es, además, un testigo de nuestra incapacidad de manejar nuestros residuos domésticos e industriales y es un río que a muchos no le importa si tiene o no tiene peces. Por eso, “si el río hablara” nos contaría lo que fue con su flora y su fauna nativa, con sus camarones y sus pejerreyes.
Sin embargo, para nosotros —futuros maestros en Desarrollo Ambiental— el río Rímac clama por un mejor trato. —A eso venimos. Le susurramos. Pero las soluciones no pueden ir solas ni tampoco esperanzarnos de que la mejor forma de que el río vuelva a ser el mismo sea mudándonos hacia otro lugar. El Rímac está y estará al igual que nosotros. Por ello, pensar en el ecosistema del Río Rímac es pensar en la Ciudad misma, con su progreso y su deterioro, con sus puentes y sus avenidas, con sus riveras decadentes y desagües clandestinos, con su vegetación y su atarjea.
Por último, tanto los estudios de pre y post grado nos enseñan precisamente a eso a buscar las soluciones a los problemas. Hoy en día, podemos señalar que se está haciendo algo por el Rímac: plantas de tratamiento físico-químicas, manejo de residuos, clausura de desagües, entre otras. Pero no es suficiente aún, el río está muy contaminado, muy enfermo, no lo dejemos morir……. ¿Nos puedes ayudar?