El Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), adscrito al Ministerio del Ambiente, participará en la COP16, que se llevará a cabo en Cali, Colombia, del 21 de octubre al 1 de noviembre. Este evento, celebrado cada dos años, reúne a más de 14 mil asistentes de 196 países y constituye el principal espacio de debate y toma de decisiones establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para abordar problemáticas urgentes como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la conservación de ecosistemas y la defensa de las comunidades dedicadas a la conservación.
En un contexto ambiental cada vez más desafiante, con Perú como testigo de incendios forestales devastadores, derrames de petróleo en la Amazonía, sequías y los profundos estragos del cambio climático, resulta urgente que el país ponga la agenda ambiental en primer plano. No basta con reaccionar ante los desastres; es vital buscar alianzas estratégicas para implementar políticas de conservación y sostenibilidad que prevengan estas crisis.
En este marco, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) participará en la COP16 en Cali, Colombia. Su objetivo no solo será resaltar la importancia de conservar la biodiversidad y los paisajes únicos del Perú, promoviendo modelos de gestión sostenibles que beneficien a las poblaciones locales, sino también establecer agendas y líneas de acción concretas.
“Tendremos una reunión técnica con 23 países de América Latina y el Caribe donde buscaremos trabajar en soluciones comunes, como la gestión de áreas protegidas y la participación de las comunidades en los beneficios que generan. Un tema clave será la búsqueda de mecanismos financieros, ya que muchas áreas protegidas coinciden con zonas de menor desarrollo, donde la presencia del Estado es limitada”, explica Marcos Pastor, Director de Desarrollo Estratégico del Sernanp.
El lema de Sernanp para la COP16, “Conservar las áreas naturales protegidas para un futuro biodiverso, sostenible y económico”, subraya la relevancia de estas áreas como pilar esencial para enfrentar retos globales como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, mientras generan oportunidades económicas para las comunidades que dependen de ellas.
Cinco temas clave para la conservación:
- Sinergia entre conservación, mercado y cambio climático: Las áreas protegidas del Perú desempeñan un rol crucial en la mitigación del cambio climático y en la promoción de mercados sostenibles. Desde 2020, la implementación de una nueva estrategia de conservación ha logrado reducir en un 30% la proyección anual de deforestación en estas áreas. Este logro no solo protege la biodiversidad, sino que también contribuye al cumplimiento de compromisos internacionales de reducción de emisiones de carbono y protección de ecosistemas.
- Conservación como pilar de sostenibilidad: La conservación de la biodiversidad es vital para asegurar la sostenibilidad económica y social a largo plazo. El Sernanp administra 77 de las 246 áreas naturales protegidas del Perú, que cubren el 17.9% del territorio terrestre y el 7.89% de la superficie marina del país. Estas áreas no solo protegen especies y hábitats únicos, sino que también proporcionan servicios ecosistémicos esenciales como la regulación del clima y el abastecimiento de agua, fundamentales para el bienestar humano y el desarrollo económico sostenible.
- El rol estratégico de las áreas protegidas en la economía nacional: Las áreas protegidas no solo impactan el medio ambiente, sino también la economía peruana. Más de 9 mil familias se benefician del uso sostenible de recursos dentro de estas áreas. Además, el 43% de los emprendimientos relacionados con la conservación, bajo la marca “Aliados por la Conservación”, son liderados por mujeres, destacando su papel en la protección del medio ambiente y en la creación de oportunidades económicas sostenibles.
“Uno de los grandes desafíos es encontrar mecanismos financieros que promuevan actividades sostenibles dentro de las áreas protegidas y beneficien directamente a las comunidades locales”, subraya Pastor. La experiencia post-pandemia ha dejado claro que es crucial mejorar servicios básicos como la salud pública en estas comunidades, conectando la conservación ambiental con el bienestar de las personas.
4. Alianzas con comunidades locales: La colaboración con las comunidades locales es fundamental para la conservación efectiva de las áreas protegidas. Actualmente, los acuerdos de conservación establecidos en 49 áreas protegidas benefician a más de 19,435 familias en 20 regiones del país, cubriendo más de un millón de hectáreas. Estos acuerdos permiten que las comunidades gestionen los recursos de manera sostenible, mejorando sus condiciones de vida mientras preservan los ecosistemas.
5. Innovación en la gestión de áreas naturales protegidas: El Sernanp ha implementado tecnologías innovadoras para mejorar la gestión de las áreas protegidas. Actualmente, 55 drones operan en 18 áreas protegidas para optimizar la vigilancia y el monitoreo de la biodiversidad, permitiendo una respuesta más rápida a amenazas como la deforestación y la caza furtiva. Además, se está desarrollando un marco de coordinación científica que fomenta la toma de decisiones basadas en datos, asegurando que las políticas de conservación estén fundamentadas en información sólida.
Avances importantes: Desde la COP15, Perú ha avanzado significativamente en la protección de sus tierras y áreas marinas, con el compromiso de conservar el 30% de su territorio y áreas marinas para 2030. El Sernanp ya gestiona cerca de 17 millones de hectáreas como áreas protegidas, y con la inclusión de áreas regionales y privadas, este número podría llegar a 23 millones.
“El cambio climático es un reto que nos involucra a todos. No es solo responsabilidad del Estado, sino de cada ciudadano. Las comunidades locales, que han vivido en estos territorios por miles de años, son nuestros mejores aliados en la conservación”, concluye Pastor.
La participación del Sernanp en la COP16 refuerza su compromiso con la conservación de la biodiversidad y la colaboración activa para garantizar una gestión sostenible de los recursos naturales, beneficiando a las comunidades locales y al país en su conjunto.