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25/02/2016

Reducir el consumo de carne y lácteos para combatir el cambio climático

 

Los objetivos climáticos que pretende conseguir la Unión Europea (UE) no se cumplirán a menos que las emisiones de gases de efecto invernadero de la industria de la carne de vaca se reduzcan considerablemente, indica un nuevo estudio científico sueco.

 

El estudio, elaborado por un equipo de investigadores de la Universidad Tecnológica de Chalmers y el Instituto de Investigación Técnica de Suecia SP, cuyas conclusiones fueron publicadas en la revista ‘Food Policy’, indica que «reducir en un 50% o más el consumo de carne de rumiantes (ternera y cordero) es probablemente inevitable si se quieren cumplir los objetivos de la UE».

 

La agricultura y la industria agroalimentaria representan la cuarta parte del total de emisiones de gases de efecto invernadero de la UE. Los rumiantes emiten gran cantidad de gas metano, procedente de las flatulencias y veinte veces más potente que el dióxido de carbono. El estiércol y los fertilizantes emiten por su parte protóxido de nitrógeno, otro gas de efecto invernadero.

 

La clave es reducir

 

De acuerdo con Stefan Wirsenius, uno de los autores del estudio, no hay necesidad de renunciar a la carne por completo. Se puede optar por las aves y los cerdos, pues «producen emisiones bastante bajas». Asimismo, de acuerdo con el estudio, reducir las emisiones de los bovinos también implica limitar el consumo de productos lácteos.

 

La producción de un kilogramo de proteína en productos lácteos provoca cuatro veces más emisiones de gases de efecto invernadero que el equivalente en productos de ave. Por ello, los expertos recomiendan reemplazar algunos de los productos lácteos con productos vegetales, como la leche de avena, con el fin de cumplir con los objetivos climáticos.

 

Además, los autores de este estudio exploraron otros métodos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de la agricultura y del sector agroalimentario, como la mejora de las técnicas agrícolas. «Las emisiones causadas por el almacenamiento de estiércol pueden ser prácticamente eliminadas si las instalaciones son cubiertas y los gases quemados. Y las emisiones de la producción de fertilizantes son ampliamente evitables recurriendo a las nuevas tecnologías», según David Bryngelsson, autor principal del estudio.

 

Fuente: AFP