A propósito del Día Mundial del Reciclaje, es importante recordar que solo el 2% de residuos sólidos reaprovechables son reciclados en el Perú. Nuestro país genera más de 2,000 toneladas de estos residuos sólidos al día y el 76% de ellos pueden ser reutilizados en favor del ambiente, además de generar empleos.
De acuerdo con Global Recycling Foundation, el reciclaje, también llamado “séptimo recurso”, contribuye a nuestro ecosistema en el mundo de la siguiente forma:
1. Combate el cambio climático
- Los recursos reciclables ahorran más de 700 millones de toneladas en emisiones de CO2
- El séptimo recurso compensa todas las emisiones de CO2 generadas por la industria de la aviación anualmente
2. Impulsa el empleo local en todo el mundo
- Aproximadamente 1,6 millones de personas en todo el mundo están empleadas en el procesamiento de materiales reciclables
3. Conserva los seis recursos primarios de la tierra: agua, aire, petróleo, gas natural, carbón y minerales
- Los seres humanos han consumido más recursos en los últimos 50 años que en toda la historia anterior
- El séptimo recurso suministra el 40% de las necesidades de materias primas del mundo
¿De qué manera se deben segregar correctamente los residuos?
Es necesario clasificarlos en cuatro contenedores o tachos, los cuales se dividen en:
Verde: residuos aprovechables. Son aquellos que pueden tener una nueva vida y de ellos se pueden elaborar nuevos productos. Aquí van: papeles, cartones, vidrios, plásticos, tetrabriks, latas.
Marrón: residuos orgánicos. Se refieren a los que salieron directamente de la tierra y pueden regresar a ella. Aquí van: restos y cáscaras de frutas y vegetales, poda de áreas verdes, hojas y flores secas.
Rojo: residuos peligrosos. Son los que representan un riesgo para la salud y para el medioambiente. Aquí van: pilas, lámparas, focos, medicinas vencidas, mascarillas, guantes, faciales, empaques de aceite de motor, tintas de impresora.
Negro: residuos no aprovechables. Se trata de los que deben ir a un relleno sanitario o ser enterrados para evitar que causen daños en la salud de las personas o generen impactos negativos en el medioambiente. Aquí van: restos de comida como huesos y carnes, papel higiénico, pañales, paños húmedos, plásticos de un solo uso, colillas de cigarro, envolturas de golosinas.
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