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10/04/2023

¿Qué necesita Lima para ser una ciudad segura para los ciclistas?

Fuente: Andina

El número de personas que se transporta en bicicleta ha ido aumentando desde el inicio de la pandemia. Sin embargo, la ciudad de Lima no es un espacio seguro para estos ciclistas. En esta nota, reflexionemos sobre la situación de la micromovilidad en la capital y el rol que tenemos los ciudadanos para impulsar mejoras.

Según datos del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, entre enero a julio de 2022 el 60.9% de las personas fallecidas en siniestros viales son peatones o personas que iban a bordo de una bicicleta o motocicleta. Por otro lado, según un informe de la Municipalidad Metropolitana de Lima, existen construidos aproximadamente 291 km de ciclovías; sin embargo, estas no se encuentran interconectadas.

Como explica Nohelia Pasapera, docente del Departamento de Comunicaciones y experta en movilidad sostenible, ante este panorama es necesario pacificar las calles. “Tenemos grandes cantidades de personas movilizándose de un extremo a otro de la ciudad, en donde impera la cultura del más fuerte”. En ese sentido, algunas de las estrategias para lograr esta pacificación implican la mejora de la infraestructura de las calles, incluyendo la luminaria, implementar políticas de reducción de velocidad y fomentar una cultura vial. “Tenemos una cultura del auto reforzada en la publicidad y de ver como modelo de éxito al auto”, reflexiona Pasapera.

Fuente: Andina

Además de este problema, está la fragmentación de ciclovías y la falta de conexión entre tipos de transporte. “Existe un problema de inequidad y también de exclusión, es decir, no hay intermodalidad. El sistema de transporte público no está conectado a la micromovilidad. Todo está fragmentado y las calles han sido diseñadas a imagen de los vehículos motorizados”, indica la docente. Asimismo, señala que, durante la pandemia, aumentó en 2.4% el porcentaje de personas que se transportan en bicicleta; sin embargo, la ciudad no se ha adaptado a este tipo de movilidad.

Si bien todas estas medidas y propuestas deberían ser implementadas idealmente por las autoridades municipales, la ciudadanía también tiene un rol activo que cumplir. A raíz del caso de Cecilia Doris Melgar Bravo, una exalumna de nuestra casa de estudios y ciclista que perdió la vida tras ser impactada por un volquete, surgieron movilizaciones, plantones y vigilias para exigir justicia y visibilizar la inseguridad que, a diario, enfrentan los ciclistas. “Es importante no quedarnos en silencio, hacer comunidad y formar un colectivo que pueda reclamar sus derechos”, recalca Pasapera.

De la misma forma, invitó a que sean los usuarios de las calles quienes se involucren: “Quién mejor que el que usa los espacios públicos para proponer. Esta conversación entre los gobiernos, ya sean centrales, municipales, las autoridades y los usuarios, es bien importante porque finalmente son estos los que día a día están utilizando la infraestructura y los que pueden dar las mejores ideas”.

En este mismo sentido, es fundamental que las personas no desistan del uso de la bicicleta. Como explica la experta, la única manera de que la micromovilidad gane un espacio dentro de la ciudad es estando cada vez más presente. Esta visibilidad se debe generar de manera constante, y no hay mejor forma que impulsando y promoviendo el transporte en bicicleta. “Las ciudades no son para los objetos, tienen que ser para las personas. Tenemos que empezar a ocupar las plazas, los espacios públicos”, comenta Pasapera. Algunos consejos de la docente para quienes tengan temor en usar la bicicleta son:

  • Iniciar recorriendo distancias cortas. Ir a la bodega o a la panadería y luego ampliar las distancias.
  • Realizar recorridos junto a colectivos de ciclistas. Los grupos que pasean por la ciudad son numerosos y las personas que participan tienen experiencia manejando bicicleta en la ciudad.