Artefactos como televisiones de plasma, ordenadores, videoconsolas, microondas y todo tipo de aparatos recargables consumen energía mientras están apagados. Posiblemente los efectos económicos en un mes no sean visibles; pero si sumamos los montos durante un año y aumentan el número de este tipo máquinas en un hogar, el producto final es considerable. Más aún si lo multiplicamos por el total de hogares que mantienen esta práctica.
Tenemos que recordar que el consumo eléctrico por sí mismo no es contaminante. Sin embargo, la producción de la misma sí tiene un costo ambiental considerable. Por esta razón, y hasta que haya un cambio a matrices energéticas sostenibles y limpias, consumir más electricidad equivale a una mayor producción y, finalmente, aumento de contaminación.
Expertos en energía le pusieron el apelativo de «vampiros eléctricos» a este tipo de artefactos. ¿Por qué funcionan así? Se debe a un mecanismo llamado «stand by» y otros parecidos que permiten un encendido rápido, detectar un control remoto o realizar algún tipo de acción programada. Pero hoy resultan tan ineficientes por el costo que significa tener estos dispositivos encendidos permanentemente.
Ante esto, los expertos recomiendan el uso de regletas o conectar y desconectar sin problemas, ni miedo a que se malogren estos productos. Las regletas también evitan el recalentamiento y la sobrecarga por estar continuamente enchufados.
Fuente: consumer.es
Foto: utalca.cl
