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20/02/2024

Profesor PUCP crea sistema de purificación de aire a bajo costo

El proyecto nació bajo la pregunta de qué hacer para que se pueda ventilar un ambiente a bajo costo.

El ingeniero Fernando Jiménez y su equipo elaboraron un proyecto que ayudará a tener mejor calidad de aire en lugares con alta concentración de contaminantes. Todo está listo para replicarse a gran escala. 

Perú es el país con peor calidad de aire en Sudamérica, según un informe de The Lancet Countdown del 2022. Lo que ya era un grave problema para el país en la época de COVID-19, sigue siendo un punto débil de cara al Fenómeno de El Niño. En vista del impacto negativo del cambio climático, tener condiciones apropiadas de calidad de aire en interiores dejó de ser sinónimo de lujo y confort para pasar a ser una necesidad biológica. 

Desde la pandemia, el magíster en Ingeniería Industrial y director de la Maestría en Energía de la PUCP, Fernando Jiménez Ugarte, supo que había que desarrollar una tecnología capaz de purificar el aire que respiramos en interiores, ya que la alta carga de virus es un factor que facilita el contagio de enfermedades virales. “Esto nace en la época donde estábamos con la COVID-19, ya que identificamos que las casas, las oficinas, los ambientes, normalmente, no están bien ventilados. La epidemia nos hizo ver que podíamos tener ambientes que controlaban la temperatura pero no el nivel de contaminantes en el aire o recintos”, dice. 

“El problema es que controlar la temperatura, la ventilación y la contaminación del aire requieren que el equipamiento sea más caro. Entonces nos preguntamos: ¿qué hacer para que se pueda ventilar un ambiente a bajo costo? Y así aparece la idea de este proyecto, así empezamos a desarrollar equipos y tecnología para resolver este problema de ventilación en ambientes cerrados”, recuerda Jiménez. 

Según lo explicado, el proyecto consiste en un sistema que purifica el aire de interiores y lo recircula para que cuando se expulse esté libre de contaminantes. Así se reduce el riesgo de  contagio, es decir, se asegura que no haya contaminación de un individuo a otro a través del aire que respiran. Para que esto sea posible, se desarrollaron filtros y sistemas de purificación con rayos ultravioleta.

El equipo liderado por Fernando Jiménez está conformado por Diego Saldaña Valdivia, Gustavo del Castillo Velarde y Andrea Rondón Villanueva.

En una segunda fase del proyecto, aparece otro inconveniente: el ruido. “El proyecto sí mejoraba la calidad del aire, pero tenía un ruido de 60 decibeles, que es lo mismo que escuchar un ventilador fuerte prendido. Así que lo bajamos a 45 decibeles y ahora es como estar en un dormitorio sin ruido. Es un sistema de ventilación con un bajo nivel de ruido y que a la vez permite ahorrar”, señala.

Sobre la utilidad de este sistema, Jiménez detalla cuáles serían los principales centros de aplicación. “Nosotros escuchamos que son las instituciones las que presentan mayormente este problema, por eso pensamos primero en ambientes académicos, como universidades y colegios, pero también en centros de salud y oficinas. No está principalmente dirigido al uso doméstico porque para eso hay equipos portátiles que cumplen dicha función”, dice.

El proyecto se llevó a cabo por el mismo equipo con el que Jiménez desarrolló las plantas de oxígeno durante la pandemia y el sistema de agua bebible ENSO: los ingenieros mecánicos Diego Saldaña Valdivia, Gustavo del Castillo Velarde y Andrea Rondón Villanueva. Al equipo le tomó de tres a cuatro meses hacer realidad este sistema de ventilación.

Gracias al Vicerrectorado Administrativo, que  constantemente apoya la innovación tecnológica en beneficio de la sociedad, el proyecto de Jiménez está listo para la transferencia tecnológica, lo que quiere decir que ya puede ser replicado a gran escala.