La vivienda es la célula que permite la formación de ciudades. Todos los peruanos, dado que nos encontramos en diversos lugares, poseemos diferentes tipos de viviendas. La conformidad de las características de la vivienda con su entorno procura una correcta adaptación y, asimismo, genera un buen aprovechamiento de los recursos que el ambiente brinda, ya que las condiciones ambientales sujetan al goce de la vivienda.
Para el ser humano, la vivienda desde siempre ha cumplido un rol fundamental: desde la cueva como refugio del medio exterior, un espacio de formación natural, pasando por la choza que el ser humano empezó a personalizar y estructurar para su emplazamiento y el desarrollo de sus actividades hasta grandes castillos, edificios y construcciones imponentes que se realizaron hasta ahora. La vivienda es la célula de conformación de las ciudades, pues la suma de las mismas conforman espacios de desarrollo del individuo y sus pares en sociedad.
Actualmente, debido al cambio climático, el incremento de temperatura ha sido inevitable. Por ello, también lo es la masiva compra de ventiladores que se registró en temporadas de verano. Al diseñar las viviendas, muchas de ellas no toman en consideración la orientación del sol, corrientes de viento, etc., sino que solo se construye, se autoconstruye, pues cabe resaltar que gran parte de la capital es producto de la autoconstrucción y la no planificación urbana. El hecho de no tomar en consideración los aspectos de emplazamiento promoverá la luminaria artificial en lugar de luz natural, ventiladores o aire acondicionado en lugar de ventilación natural o calefacción por no tomar en cuenta la orientación del sol. El uso de esos artefactos, a su vez, genera un mayor gasto de energía que genera impacto tanto a nivel ambiental como económico en las familias.
El tener en cuenta las condiciones climáticas del territorio permiten adaptarse mejor a ella y ser más eficiente con los recursos.
Como se sugirió anteriormente, el goce de la vivienda también concierne a la sostenibilidad, pues una vivienda sostenible responde y se construye con los materiales que estén disponibles geográficamente. A modo de ejemplo, el Grupo del Centro Tierra – PUCP promueve las investigaciones de construcción de viviendas con materiales que responden a su área geográfica inmediata, como la quincha, tierra, madera y fibras, de modo que sean estos materiales los que brindan confort térmico como acústico a sus usuarios, respondan a las condiciones climáticas propias de determinados espacios geográficos y sean construcciones que tengan baja huella ecológica.
Como se comentó, las viviendas no solo pueden ser sostenibles desde su proyección sino también a lo largo de su uso, pues los usuarios pueden promover una correcta segregación de residuos y reciclaje, reducción del uso de plásticos, incorporación de fuentes energéticas que promuevan el uso de energía solar, aprovechamiento de las terrazas como espacios para la creación de biohuertos que paulatinamente abastezcan el hogar con hortalizas, etc.
La sostenibilidad y la vivienda son temas que nos concierne a todos, ya que todos tenemos una vivienda. Si bien puede estar construida sin haber tomado en consideración sus disposiciones ambientales, los usuarios la pueden convertir en un espacio sostenible al promover prácticas que reduzcan consumo eléctrico u otras iniciativas, de modo que se produzcan cambios paso a paso y se fomente un clima de cambios.
