El nuevo informe presentado por el Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) de la ONU, alerta sobre la importancia de emprender transformaciones rápidas y “sin precedentes” si se quiere limitar el aumento de temperatura a 1,5 grados °C, sobre todo por las emisiones de los sectores de energía, planificación urbana y terrestre.
Según los expertos de la ONU, es necesario tener en cuenta los impactos climáticos que afronta el planeta actualmente y los que podría tener entre 2030 y 2052 si se sigue a este ritmo, porque podrían provocar una mayor extinción de especies, un incremento del mar en 10 cm, olas de calor extremas, lluvias torrenciales, sequías, deshielos de lo casquetes polares; lo que tendría efecto directo sobre la producción de alimentos en zonas vulnerables como Latinoamérica y el Mediterráneo.
En la presentación de este informe en Corea del Sur, el copresidente de IPCC Hans-Otto Pörtner, señala que “cada pequeño episodio de calentamiento adicional importa, sobre todo porque superar los 1,5 ºC aumenta el riesgo de cambios profundos o incluso irreversibles, como la pérdida de algunos ecosistemas”. Por su parte, Hoesung Lee, presidente de IPCC, afirma que “mantener el calentamiento global a un nivel inferior a 1,5 °C en luchar de 2 será muy difícil pero no imposible”.
¿Cómo podemos evitar este escenario?
Según el informe del IPCC, se necesita de un consumo de energía más eficiente. Los expertos de la ONU insisten en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que provienen del sector energético, ya que el carbón, el gas y el petróleo son responsables de tres cuartas partes de las emisiones, y proponen varios escenarios que incluyen distintas acciones posibles. Por otra parte, según este informe se debería multiplicar por cinco la inversión actual en el terreno tecnológico para lograr que el transporte y la construcción de edificios emitan menos gases contaminantes.
Solo de esta manera, las emisiones de CO2 podrían caer en un 45 % para el 2030 y se podría limitar el calentamiento a 1,5 %; y con ello, el mundo podría alcanzar la “neutralidad de carbono”, es decir, que deje de emitir más CO2 del que se retira de la atmósfera.
«Si no actuamos ahora, nos dirigimos hacia un mundo en el que estaremos siempre gestionando crisis», afirma. «La buena noticia es que hay acciones en curso en el mundo, pero habría que acelerarlas para tener transiciones suaves”, opina la climatóloga Valerie Masson-Delmotte.
