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21/11/2019

“Microplásticos”, una fusión de arte y educación ambiental

¿Cómo nace la idea de esta exposición?

Nace de una convocatoria que realizó la Facultad de Arte y Diseño de la PUCP a sus egresados en asociación con Coca Cola y el CCPUCP. Con respecto a la idea creativa, tiene su origen en una interacción que tuve hace algún tiempo con el microplástico en unos talleres sobre educación ambiental y ecología para niños que realicé en Pucusana. El objetivo era encontrar la manera de divulgar la información de los microplásticos ya que es escasa. Muchas personas cuando lo ven, piensan que ha sido picado o producido, pero en realidad, el microplástico es básicamente natural, tiene un claro origen artificial pero una vez que llega al mar a través de los ríos u otros medios, se fragmenta naturalmente a través de la radiación solar, clones de bacterias y la mecánica de las olas. La idea es visualizar eso, de que estos microplásticos son la consecuencia del mal uso y manejo de residuos.

 

¿Cómo fue el proceso de la muestra?

Se hizo a lo largo de dos meses. El museo de Historia Natural de la Universidad Ricardo Palma nos ayudó con la convocatoria de los voluntarios, tuvimos un gran grupo de personas relacionadas a la pesquería, ingeniería, ciencias naturales y junto a ellos realizamos el tamizado, una especie de cernido de la arena para extraer el microplástico. Esta recolección se llevó a cabo en la playa Costa Azul- Ventanilla.

 

¿Qué tan importante consideras esta fusión del arte con temas del cuidado del medio ambiente?

Esta es mi primera obra en la que relaciono ambos temas, pero considero que el arte, como medio para representar estas ideas, es bastante bueno. Inicialmente, tenía la idea de que esta exposición debía ser netamente con datos informativos sobre qué es el microplástico, pero después de pensar más en la idea, concluí que la información que encuentras en Internet, por ejemplo, te habla de cómo afecta a los animales, cómo se produce pero no te habla concretamente de las consecuencias a largo plazo o no son tan táctiles. Es por este motivo que cuando yo propongo esta especie de exposición ficticia de un futuro, se observa que el plástico y el microplástico están sumamente inmersos en nuestras vidas. Tenemos una interacción simbiótica con el plástico y esto está registrado en el tiempo, en las capas geográficas de la Tierra y en cómo afecta a los animales que llegan a ingerirlo: el plástico se encuentra ampliamente presente en el ecosistema marino.

 

Se dice que el impacto que una persona pueda hacer es mínimo, pero como comunidad, como sociedad, somos todos a la vez y el cambio sólo se podrá conseguir a través de una buena gestión de residuos y un consumo responsable.

 

Nota: No te pierdas la exhibición de “Microplásticos”. Visita el Centro Cultural PUCP hasta febrero del 2020. ¡No te lo pierdas!