Noticias
23/09/2011

Los retos sobre el control de la población en el Perú

 

 

Toda población de individuos en un determinado ecosistema debe estar sujeta a un control para asegurar su supervivencia y la del ecosistema que la sustenta. Generalmente las poblaciones de plantas y animales no se desbordan porque se encuentran limitadas por la cantidad de alimento disponible, las condiciones del medio y por la presencia de algún depredador. Aquí estamos frente a un control natural que permite un adecuado equilibrio en el ecosistema, sin el cual éste desaparecería. ¿Pero qué pasa con el ser humano? A éste no le son del todo aplicables los controles de la población que mencionamos, primero porque el ser humano tiene un nivel de raciocinio que le otorga una gran capacidad de adaptarse y transformar su medio ambiente para su beneficio, y también porque éste se encuentra en la cima de la cadena alimenticia por lo que no tiene un depredador natural. Entonces resulta necesario que el control de la población de los individuos humanos provenga de ellos mismos, a través de políticas adecuadas de planificación familiar, aplicadas de manera coordinada con convenientes medidas de ordenamiento territorial, de tal manera que los asentamientos poblacionales se diversifiquen a fin de que sus habitantes ejerzan una presión moderada y razonable sobre los recursos naturales de los ecosistemas en donde viven.

 

Ello reviste de especial importancia en esta etapa de la humanidad, debido a que según cálculos de la División de Población de Naciones Unidas (ONU), para finales de 2011 ascenderemos a 7000 millones de seres humanos y para 2045 podría haber una población de 9000 millones. Como lo expresa Robert Kunzig, en su artículo sobre población en el volumen 28 de la Revista “National Geographic”, año 2011, es difícil no alarmarse ante semejantes cifras, sobre todo cuando mientras la población aumenta, los recursos naturales están en disminución. ¿Cómo se alimentarán entonces las generaciones por venir? Es difícil no vislumbrar los grandes desplazamientos poblacionales que se sucederán, motivados por la búsqueda de alimentos. Si a esto se suma los efectos del cambio climático las consecuencias podrían ser devastadoras. Sin embargo, hay un sector académico que es optimista en cuanto a la capacidad de adaptación del ser humano para manejar situaciones de crisis.

 

Nosotros pensamos que así nuestra perspectiva sea pesimista u optimista, lo cierto es que los países deben tomar medidas adecuadas para afrontar el crecimiento desmesurado de la población. Revisando las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística e Informática – INEI, hemos observado que la tendencia del crecimiento poblacional en el Perú de 1993 al 2007 disminuyó con respecto a los años anteriores, representando solo 1.6%, lo cual es positivo. Sin embargo, se puede apreciar también en la pág. Web del INEI una Pirámide de Población Censada, que refiere que en el 2007 existía un grueso de la población peruana de 0 a 19 años, lo que representaría una gran cantidad de individuos en edad reproductiva para los próximos 20 a 30 años, los que sin una adecuada política de planificación familiar podrían incrementar considerablemente la población del país. Si a este hecho le sumamos, que Lima según el INEI, en el año 2007 contaba con 8´445,200 habitantes, no es difícil imaginar lo saturada que estará nuestra capital en unos años, cuando ese grueso de población joven se encuentre en edad reproductiva.

 

En conclusión, si bien en la actualidad el Perú en su conjunto no tiene altas cifras de crecimiento poblacional, desde ahora debemos prepararnos para los desplazamientos de individuos provenientes de las migraciones de otros países, ocasionados quizá por el aumento mundial de la población, los efectos del cambio climático y por nuestra atractiva estabilidad económica. Por otro lado, resulta necesaria una investigación más profunda en este tema, la actualización de los datos sobre población, y una adecuada política de planificación familiar, que sumada a un correcto ordenamiento territorial procure un idóneo poblamiento de nuestras ciudades.

 

Escrito por Marco Espinoza Miranda, Consultor en Derecho Ambiental e Indígena.

 

Foto: blogitravel.com