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26/08/2020

Los plásticos en los océanos y las consecuencias en la fauna marina

Los plásticos en los océanos y las consecuencias en la fauna marina

Los desechos que los humanos producimos han incrementado exponencialmente en los últimos años.

El estudio “Plastic waste inputs from land into the ocean”, realizado en el 2015, dio como resultado que anualmente entra al océano de 4.8 a 12.7 millones de toneladas métricas de basura. De esa gran cantidad, se calcula que alrededor del 60% y 80% son desechos plásticos (Gregory & Ryan, 1997).

¿Cómo llega mi basura al océano? 

Los residuos que se producen en los hogares pueden llegar a los océanos a través de vertimiento directo, o de forma indirecta mediante la lluvia, vientos, arroyos o desagües (NOAA, 2019). En los últimos años, se ha encontrado que cualquier tipo de desecho puede ser encontrado en los cuerpos de agua. 

Lamentablemente, el plástico se ha convertido en un elemento omnipresente en los océanos, lo cual pone en riesgo la vida de la fauna marina. 

¿Cuál es el peligro de los desechos plásticos? 

En primer lugar, los científicos mencionan que los sucesos más comunes de interacción entre los animales marinos y los desechos plásticos son los enredos que pueden ocasionar lesiones graves e incluso la muerte de los animales (Gall y Thompson, 2015). Para el 2015, se calculó que el 50% de las especies de aves marinas, el 66% de los mamíferos marinos y el 100% de las tortugas marinas habían ingerido y/o se habrían enredado en plástico (Kúhn y Van Franeker, 2015).

De la misma manera, otro riesgo es la ingesta de plásticos. Al respecto, Sea Turtles Conservancy señala que esto puede ocasionar que los animales tengan una falsa sensación de llenura, por lo cual no continúan alimentándose. Asimismo, puede generar una obstrucción de tracto digestivo lo cual evitará que los nutrientes que consuman los animales sean aprovechados. Todo ello traerá como consecuencia la muerte de muchas especies por inanición o desnutrición. 

Otro caso se da debido a que las aves adultas suelen regurgitar para alimentar a sus polluelos, y en este proceso, pueden hacer que estos ingieran plástico desde que son muy pequeños. 

Por último, las tortugas marinas también se encuentran vulnerables. Sea Turtles Conservancy indican que la descomposición de la basura marina dentro de las tortugas provoca la emisión de gases. Esto ocasiona que el animal flote disminuyendo su movilidad, lo cual limita e impide la búsqueda de su alimento y se convierten en un blanco más fácil para sus depredadores. Los estudios indican que en los peores casos se ha observado que el plástico ingerido por las tortugas marinas puede forzar el tracto urinario y romper la vejiga (Ryan, 2016). 

Hoy en día resulta indispensable garantizar la deposición final correcta de nuestros residuos y disminuir el uso de plásticos en nuestro día a día y en la medida de lo posible, sin arriesgar nuestra salud y la de los demás. De esta manera, la fauna marina podrá conservarse, y las presentes y futuras generaciones podrán verse beneficiados de la biodiversidad y todas sus riquezas. 

¡Si tú cambias, el clima también!