Las lomas de Carabayllo como ecosistemas frágiles PUCP

Imagen: Municipalidad de Lima

Las áreas protegidas constituyen espacios de territorio que conservan y protegen la mayor representación de biodiversidad del planeta. El Perú posee 84 de las 117 zonas de vida reconocidas y 28 de los 32 tipos de clima que existen.

La diversidad está representada por todo su entorno natural de flora y fauna, sus ecosistemas y paisajes, así como también la diversidad cultural, que son parte importante para la conservación de las áreas protegidas. Así, somos considerados uno de los países más privilegiados por sus recursos naturales, que de no ser bien administrados pueden peligrar.

Uno de los lugares en donde podemos encontrar abundante biodiversidad son las lomas, ya que estas permiten la alimentación, descanso y producción de diversas especies de presencia temporal; también son importantes para la investigación sobre biología y ecología; y poseen un gran potencial como centros de educación ambiental y turísticos. Actualmente, el Perú cuenta con 67 lomas en toda la costa, las cuales abarcan 783 mil hectáreas. Por la costa norte se encuentran 9, en la costa central 23 y en la costa sur 35 (MINAM, 2020). Entre estas 67, están las lomas de Carabayllo, que se encuentran en la costa norte y que en los últimos años han tomado relevancia debido al impacto económico y en salud que genera en los pobladores de dicha ciudad.

Las Lomas de Carabayllo es una zona que sufre de un grave deterioro ambiental y presenta una infraestructura urbana precaria, la cual incluye la falta de pistas, veredas, muros de contención y escaleras; del mismo modo carece de equipamiento, servicios básicos, parques y jardines, y servicios de limpieza urbana. Además, la presencia de canteras y concesiones mineras en áreas urbanas y de expansión, así como actividades de reciclaje de baterías y viviendas construidas sobre residuos de botaderos y rellenos sanitarios, agravan aún más la contaminación del aire, agua y suelo en esta zona.

Este entorno urbano-ambiental precario tiene un impacto negativo en la calidad de vida de los habitantes de esta área, generando un aumento de enfermedades como afecciones en la piel y la vista, diarreas, parásitos, y enfermedades respiratorias, entre otros.

Sin embargo, las lomas de Carabayllo se ha vuelto una de las opciones más frecuentes que hay para los amantes del trekking debido a sus hermosos paisajes, esto lo convierte en un lugar turístico en el cual muchas de las familias que habitan la zona se tratan de apoyar económicamente. Durante el año 2020 se prohibió la entrada debido al COVID-19 y muchas de ellas se vieron afectadas, ya que perdieron sus empleos y la falta de recursos en los asentamientos humanos de la zona provocaron una crisis social.

Imagen: Conservamos por Naturaleza

A pesar de este contexto, el 22 de marzo de 2023 se aprobó la Resolución Directoral N° D’000079-2023-MINAGRI-SERFOR-DE que excluía de la Lista Sectorial de Ecosistemas Frágiles a la Loma de Carabayllo. Dicha acción por parte de este Servicio nacional generó gran descontento dentro de la población. Centro Urbes, una asociación civil que promueve la conservación de ecosistemas en Lima, realizó un análisis de los argumentos de Resolución de Dirección Ejecutiva N.° D000079-2023-MIDAGRI-SERFOR-DE que motivaron la exclusión de las lomas. Como conclusión de dicho análisis, se sugirió una nueva evaluación de sus razones para una mejor disposición de la medida antes tomada.

Las lomas de Carabayllo, según el Decreto Supremo N°011-2019-MINAM, forman parte del Área de Conservación Regional “Sistema de Lomas de Lima” y de alguna manera se encontrarían reguladas. El Artículo 6 “Desarrollo de actividades al interior del área”, del Decreto Supremo N°011-2019-MINAM, plantea que no se limita la ejecución de obras al interior de estas zonas, con la salvedad que estas se encuentren acordes a la zonificación planteada.

Tomando en consideración lo mencionado y la actual exclusión de las Lomas de Carabayllo como Ecosistemas Frágiles, así como los antecedentes de las invasiones que se registran en las lomas como producto del crecimiento informal de la ciudad, queda aún mucha duda sobre si la regulación será suficiente como para mantener seguros dichos ecosistemas.

Por su parte, el Servicio Nacional de Flora y de Fauna (SERFOR) suspendió los efectos de sus resoluciones previas y propuso la conformación de un grupo de trabajo que esté integrado con la sociedad civil y así se contemplen nuevos criterios para su evaluación; sin embargo, hasta la fecha aún no se instala dicha mesa de trabajo.

Por todo lo anterior, es importante tomar en cuenta lo vulnerables que pueden llegar a ser las lomas si es que no se les presta un requerido cuidado e importancia. Si bien las urbes dependen económicamente de estas áreas ricas en biodiversidad, también la están invadiendo y causando daños importantes al reducir el área de conservación. Sin embargo, la consideración de coexistencia entre las lomas y las ciudades es posible siempre y cuando se trabaje en la planificación del crecimiento urbano, el tráfico de terrenos y la contaminación ambiental. Asimismo, es necesario el apoyo de los Gobiernos Nacional y Locales para lograr conservar, delimitar y sensibilizar sobre la importancia de las lomas.