La Hora del Planeta se ha convertido en el mayor movimiento ambiental a nivel global y nuestra Universidad demuestra una vez más, como lo hace desde el 2009, su compromiso con el medioambiente, al participar en este evento colectivo.
Todos los años, cuando llegan las 8:30 p.m. del último sábado de marzo, millones de personas en todos los rincones del mundo se unen para manifestar su compromiso con nuestro planeta. Su objetivo es sensibilizar sobre los dos desafíos cruciales que enfrentamos: la pérdida de la naturaleza y el cambio climático. Y esto se hace a través de un gesto tan sencillo como apagar las luces de sus hogares durante una hora.
Bajo el lema “Apaga la luz, dale una hora al planeta”, este acto constituye un poderoso recordatorio de nuestra responsabilidad como humanidad con el cuidado del medio ambiente y su protección. Asimismo, busca inspirar a las personas y a las comunidades a tomar acciones concretas y promover un estilo de vida más sostenible en estos tiempos críticos en los que debemos mantener la temperatura global por debajo del -1.5 °C y frenar la pérdida de biodiversidad.
La Hora del Planeta es una actividad de la WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) que lleva desarrollándose anualmente desde el 2007. Ese año, que marca el inicio de esta iniciativa, 2.2 millones de personas y más de 2 mil negocios apagaron las luces durante una hora en Sídney, Australia, como una forma simbólica de protesta contra el cambio climático.
Así, cada año, la participación y el alcance de la iniciativa continúan expandiéndose con más personas y organizaciones uniéndose para mostrar su apoyo a la acción climática.
“Desde su primera edición, la Hora del Planeta ha experimentado un crecimiento significativo en todo el mundo. Lo que comenzó como un evento local se ha convertido en un movimiento global que involucra a millones de personas, comunidades, empresas y gobiernos en más de 190 países y territorios”, nos cuenta Renato Gonzáles, oficial asociado de Comunicaciones y Marketing de la WWF.
El Perú: líder de esta iniciativa
En 2009, el Perú se unió por primera vez a la Hora del Planeta marcando un hito en nuestra historia ambiental al convertirse en la campaña más grande y mediática hasta la fecha. Con una participación estimada de 8 millones de peruanos, nuestro país es uno de los líderes globales de esta causa.
Al respecto, Gonzáles destaca el impacto positivo y significativo que han tenido los diferentes actores tanto del sector privado, gubernamental y educativo en sus diferentes niveles y en la sociedad civil.
“Han impactado creando mayor conciencia ambiental, generando mayor participación ciudadana, movilizando a miles de peruanos, realizando actividades relacionadas con la sostenibilidad y asumiendo compromisos para proteger la naturaleza que esperamos se mantengan más allá de este evento”, sostiene.
Asimismo, Gonzáles resalta las acciones empresariales. “Cada año se unen muchas empresas, apagando sus luces en sus instalaciones, y llevando a cabo iniciativas de responsabilidad social y ambiental para reducir su huella de carbono”, refiere.
En esta edición del 2024, celebrada el pasado 23 de marzo, se unieron más de 300 entidades comprometidas y se realizaron diferentes actividades particulares en los 24 departamentos del Perú.
La PUCP y la Hora del Planeta
Nuestra Universidad se ha venido plegando a esta iniciativa desde la primera vez que se celebró en el Perú en el 2009. En esta edición, el Centro Cultural PUCP, Idiomas PUCP, la Escuela de Negocios Centrum, CEPREPUCP y el Instituto Confucio demostraron su compromiso con esta causa ambiental apagando la luces de sus instalaciones este 23 de marzo. En el campus también se realizó un apagado parcial, siendo las edificaciones apagadas el Ingreso principal, el Edificio Mac Gregor (parcial), la Biblioteca Central, la Biblioteca de Sociales, el Aulario y el CIA.
Pero no solo eso, como institución educativa, la PUCP viene realizando una serie de esfuerzos en pro de la sostenibilidad en nuestro campus y en el entorno.
“La Universidad desempeña un papel fundamental en términos de sostenibilidad ambiental debido a su influencia en la formación de profesionales, la generación de conocimiento y la promoción de prácticas ambientalmente responsables”, sostiene el representante de la WWF.
Gracias a su capacidad y responsabilidad al desempeñar un papel activo en la promoción de la sostenibilidad ambiental a través de la educación, la investigación, las prácticas operativas y la colaboración con la comunidad, las instituciones de educación superior “pueden contribuir significativamente con la creación de un futuro más sostenible para todos”, explica Gonzáles.
Más allá de apagar la luz
Sin embargo, al margen del acto simbólico, esta actividad nos invita a asumir una serie de compromisos para ayudar a nuestro planeta.
“La Hora del Planeta ha sido un catalizador importante para cambiar la mentalidad en relación con la protección del medio ambiente y la acción climática. Si bien el apagado de luces durante una hora puede parecer simbólico, su impacto radica en su capacidad para generar conciencia y promover el compromiso con el cambio”, señala Gonzáles.
Para ello, la WWF da una serie de recomendaciones de acciones concretas que podemos realizar:
- Demandar más y mejores áreas verdes, mantener limpios y sanos los mares y ríos, disminuir la contaminación sonora, y usar transporte sostenible
- Apoyar fuentes de energía que no impacten en la naturaleza y usar la electricidad responsablemente
- Respetar las vedas y tallas mínimas de los productos marinos, reducir el consumo de plásticos de un solo uso y recordar las tres R: reduce, reúsa, recicla
- Optar por opciones de estilo de vida sostenibles, como comprar éticamente, consumir menos y más sabiamente, usar bicicletas para el transporte, producir alimentos saludables en nuestros balcones, techos o jardines, y utilizar energía renovable
Si quieres conocer más sobre la Hora del Planeta, puedes ingresar a la página web aquí.