




La Dirección Académica de Responsabilidad Social (DARS), la Dirección de Administración y Finanzas (DAF), y Clima de Cambios llevaron a cabo este 28 de noviembre la quinta ecorruta del año. La actividad tuvo como objetivo principal fomentar el reconocimiento y la valoración de la flora y fauna que habita en el campus universitario.
La actividad ofreció un recorrido por puntos importantes del campus, desde el Vivero PUCP hasta el Jardín de las Frutas. Durante el trayecto, los participantes aprendieron sobre las especies de flora y fauna que habitan en la Universidad. Cada parada fue diseñada para conocer las especies nativas y foráneas que se han adaptado al entorno, así como las iniciativas sostenibles implementadas en el campus.
Para Javier Salazar, coordinador de Gestión de Flora y Fauna de la PUCP, “estos recorridos permiten que la comunidad universitaria conozca y valore el componente natural y científico de nuestras áreas verdes. Estas son un activo ambiental fundamental y único, esenciales tanto por su importancia intrínseca como por su valor como objeto de investigación”.
Un recorrido lleno de aprendizajes
La ecorruta comenzó en el Vivero PUCP, donde se explicó cómo se cuidan y propagan las plantas que forman parte del paisaje del campus. Los organizadores compartieron detalles sobre procesos como la germinación de semillas y el uso de sustratos adaptados, destacando el aporte de estas técnicas a la sostenibilidad en un entorno universitario.
Otra parada destacada fue el bosque seco tropical, un espacio dedicado a la conservación de especies de bajo requerimiento hídrico, como el algarrobo y el palo santo. Este ecosistema, característico de regiones áridas, ilustra la adaptación de las plantas frente a los desafíos del cambio climático. Además, se resaltó cómo los jardines de la Universidad integran conceptos de jardinería sostenible, como la reducción del uso de césped y la incorporación de especies nativas.
El recorrido culminó en el Zoo criadero, donde se encuentra el bosque seco, una representación en miniatura de la selva seca peruana dentro del campus universitario. Entre las especies más emblemáticas se encuentran el algarrobo, con raíces profundas y que no requiere agua para sobrevivir, y el árbol de palo santo, popular por las barritas de incienso muy utilizadas para la meditación.

Integrantes de la comunidad universitaria recorren puntos clave del campus, conectando con la biodiversidad y aprendiendo sobre iniciativas de sostenibilidad.
Reflexiones sobre sostenibilidad
Uno de los logros más notables de esta actividad fue conectar a los participantes con la naturaleza en su entorno cotidiano. Más allá de transmitir conocimientos sobre especies y ecosistemas, la ecorruta buscó generar reflexiones sobre el impacto de nuestras acciones diarias en el medio ambiente. “Estas experiencias vivenciales no solo promueven la conciencia ambiental, sino que también fomentan el respeto por nuestro entorno natural y los múltiples beneficios que nos brinda, lo que resulta clave para la sostenibilidad”, sostuvo Illari Aguilar, coordinadora de Vinculación con el Entorno de la Dirección Académica de Responsabilidad Social.
Al impulsar estas iniciativas, la PUCP reafirma su compromiso con la sostenibilidad y la formación de una comunidad más consciente de su impacto en el planeta. La biodiversidad del campus enriquece la experiencia universitaria y refuerza el papel de las instituciones educativas como agentes clave en la lucha contra la crisis climática.