El jueves 19 de octubre se realizó la tercera y última fecha del XVIII Kawsaypacha. El tema fue “Balance: Reflexiones y pistas de investigación y acción”, y contó con las ponencias de Jorge Vargas, investigador del INTE-PUCP y Yamina Silva, investigadora del IGP Perú.
La clausura de esta Mesa de Reflexión Ambiental 2023 tuvo como eje trazar una agenda de investigación socioambiental desde las distintas disciplinas involucradas, como la ecología, la climatología, la arquitectura, la ingeniería, etc. Esto con el fin de ensayar una hoja de ruta para los tomadores de decisiones, de cara a futuras medidas estatales que preserven la sostenibilidad del territorio peruano.
La primera intervención estuvo a cargo de Jorge Vargas, ingeniero industrial e investigador del Instituto de la Naturaleza, Tierra y Energía de la PUCP. Enfatizó que “la ciencia tiene que estar muy cerca de la ética y la política” si se quiere que las decisiones a futuro sean sostenibles.
Además, sobre la primera fecha del evento resaltó que las complejas relaciones entre sociedad, naturaleza y cultura no se ven reflejadas en las investigaciones académicas. De la segunda sesión destacó que, actualmente, el estado de la crisis se vive como una situación normal, pero que frente a eso los territorios gestionados por comunidades han logrado una mejor sostenibilidad que las zonas protegidas por el Estado.
La segunda invitada al evento fue Yamina Silva, climatóloga e investigadora del Instituto Geofísico del Perú, entidad del Estado que se encarga de la prevención de desastres. Su punto de vista desde la gestión estatal completó las perspectivas académicas que brindaron todas las fechas del Kawsaypacha.
Silva planteó cómo integrar las necesidades e intereses locales en la gestión de riesgos. Explicó que tanto las autoridades locales como los institutos que generan la información tienen un rol importante en el sistema de gestión de riesgos, como el Indeci, pero lamentablemente “todavía hay un divorcio entre instituciones”. Por eso es que el sistema no está bien articulado y prueba de ello son las emergencias que no son adecuadamente manejadas. “Desde el lado de la investigación intentamos generar la evidencia y tener perspectivas con anticipación, pero la pregunta es ¿cómo transmitimos esa información a quienes tienen que tomar decisiones en el territorio?”, dijo.
Los investigadores también tocaron los riesgos que significan los picos de informalidad en el país. “Se tienen que generar alternativas para que esas personas se puedan mover. Por ejemplo, la alternativa de viviendas sociales sería lo más económico”, argumentó. Por su lado, Silva manifestó que “para evitar la reconstrucción de zonas dañadas existe el sistema de alerta temprana, pero con una población tan grande viviendo en zonas precarias, los peligros a los que se exponen son el doble”.
Por último, Vargas y Silva respondieron qué hacer frente al inminente riesgo de un gran terremoto en el Perú. “Lo importante son los espacios que ocupamos. El trabajo, el restaurante, la iglesia, ¿son espacios de los que podremos salir en cualquier momento? Tenemos que tener esa conciencia, esa cultura de prevención”, dijo Silva. “En ese momento ya no cabrá la reflexión, ni el análisis, ni el diagnóstico, solo la acción. Por eso tenemos que enseñar mecanismos de resorte para que el individuo sepa cómo actuar”, agregó Vargas.
La mesa concluyó con la idea en común de que es necesario incentivar el diálogo entre la academia y los tomadores de decisiones, y sobre todo realizar proyectos de investigación con aplicación directa para facilitar la implementación de estos en las medidas de Estado.