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22/06/2023

Fomentando un mundo sostenible, diverso e inclusivo

El mundo es un tejido complejo de ecosistemas interconectados, donde aspectos aparentemente distintos de la vida, a menudo, se influyen entre sí de formas inesperadas. Cuando algo se altera dentro de uno, ocurre un impacto en su totalidad y entre ellos. ¿Qué hace que un ecosistema sea vulnerable a los cambios y otro sea resiliente? La biodiversidad. Mientras más se combinen los hilos, más resiliente será el ecosistema, ya que cada conexión provee de estabilidad al siguiente, reforzando el tejido. Pero cuando varios hilos empiezan a cortarse, podemos notar que corremos el riesgo de perderlo todo.

El término “biodiversidad” se refiere a la variedad de vida en la Tierra en todos sus niveles, desde los genes hasta los ecosistemas, y puede abarcar los procesos evolutivos, ecológicos y culturales que sustentan la vida. La biodiversidad incluye no solo especies que consideramos raras, amenazadas o en peligro de extinción, sino también todos los seres vivos, desde humanos hasta organismos de los que sabemos poco, como microbios, hongos e invertebrados.

Este concepto reconoce que el uso, el conocimiento y las creencias humanas influyen, y, a su vez, son influenciados por los sistemas ecológicos de los que forman parte las comunidades humanas. Esta relación hace que toda la biodiversidad, incluidas las especies, los paisajes terrestres y marinos, así como los vínculos culturales con los lugares donde vivimos sean importantes para nuestro bienestar, ya que todos juegan un papel en el mantenimiento de un planeta diverso y saludable.

                                                                             Imagen: Andina

De manera similar, abrazar la diversidad de identidades y experiencias humanas reconoce el valor inherente de cada individuo y sus contribuciones a la sociedad. Así como la conservación del medio ambiente busca proteger y preservar los elementos únicos de la naturaleza, la igualdad LGBTIQ+ celebra y respeta las diversas identidades que componen a la humanidad. 

Además, la conservación ambiental requiere participación activa y colectiva y diversas perspectivas. Fomentar una sociedad inclusiva significa que, independientemente de la orientación sexual, identidad de género o expresión, se brinde un entorno en el que las personas puedan contribuir libremente con sus habilidades y perspectivas únicas para enfrentar los desafíos ambientales, y desarrollar soluciones más efectivas y sostenibles para la preservación del medio ambiente.

Por otro lado, las personas LGBTIQ+ se ven expuestas a la discriminación, la exclusión y el acceso limitado a los recursos. La justicia ambiental, que busca abordar estas disparidades, reconoce que las comunidades vulnerables suelen ser las más afectadas por la degradación ambiental. Al fomentar la igualdad y la inclusión LGBTIQ+ contribuimos a la interseccionalidad y a un movimiento más amplio por la justicia social, asegurando que los beneficios de la conservación del medio ambiente se compartan equitativamente.

 Promover la inclusión y la igualdad también mejora nuestra capacidad colectiva para abordar los desafíos ambientales de manera efectiva. Al reconocer y celebrar la diversidad, tanto del mundo natural como de la sociedad humana, construimos un mejor camino para un futuro más sostenible e inclusivo, donde se escuche cada voz y cada persona tenga la oportunidad de contribuir a la preservación de nuestro planeta.

Fuentes: