Hoy en el local de Servicios Educativos Rurales (SER) se llevó a cabo una conferencia de prensa que contó con la presencia de algunos expertos en temas ambientales, con el fin de aclarar las dudas que tenemos todos acerca del acuerdo de integración energética firmado por el presidente peruano Alan García y su homólogo brasileño Ignacio Lula Da Silva.
Dicho acuerdo contempla la construcción de cinco plantas hidroeléctricas en territorio peruano, incluída la tan sonada Inambari, y una interconexión a través de la selva amazónica para transferir a Brasil parte de los excedentes de la electricidad generada. Lo que olvidaron mencionar los voceros del Ministerio de Energía y Minas fue justamente la cantidad exacta de excedente que se pretende concesionar a Brasil.
Mariano Castro, de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), recalcó que la información que el gobierno ha dado a la población es insuficiente y que se necesita crear condiciones de transparencia mínimas. Además, dijo que el apresuramiento de firmar este acuerdo energético responde a los planes de Brasil, pues en el Perú, con el potencial de energía eólica y la hidraúlica que ya poseemos, podemos darnos abasto y cubrir nuestras necesidades.
Respecto al tema de la demanda peruana de electricidad, César Gamboa representante de DAR mencionó que el Perú no ha hecho ningún estudio para calcular cuánta de esta energía concesionada necesitará en el futuro, pues este acuerdo es por 30 años y representa un bloque fijo; de energía es decir, que si Perú decide dar el 70% de esta enegía a Brasil y dentro de ese periodo necesita, digamos, 40%, tendría que comprar ese 10% faltante a Brasil bajo las condiciones que ponga la empresa de dicho país.
Otro punto que rescatamos de esta conferencia, y que dio el ingeniero José Serra de Pronaturaleza, es que no sólo se afectaría el ecosistema acuático y por ende la vida de muchas especies que habitan en los ríos donde estarán las centrales, sino que también la población indígena y local se vería impactada. Asimismo, sólo con construir la central de Inambari se estaría deforestanado 300 mil hectáreas de bosques amazónicos (cabe resaltar que no sólo tiene que tomarse en cuenta el territorio de la represa en sí, sino la construcción de carreteras y líneas de transmisión).
Los bosques amazónicos son ecosistemas sensibles y que albergan mucha vida y costumbres de miles de años. El progreso es importante y la electricidad mueve no sólo la batería de nuestros celulares y computadoras, sino a muchas industrias que dependen de ella. Sin embargo, tiene que haber un equilibrio entre lo económico, social y ambiental para que haya sostenibilidad y ganemos todos de forma justa.
Imagen: SPDA