El Sol es la estrella que está más cerca de la Tierra. De hecho, es tan importante que condiciona nuestra vida hasta el punto de decirnos cuándo debemos levantarnos y cuándo acostarnos.
Para nuestro organismo ejerce efectos muy beneficiosos:
Estimula la fabricación de vitamina D, esencial para el desarrollo de los huesos, favorece muchas de las funciones vitales e, incluso, estimula el cerebro; pero hay que ir con cuidado, porque no todo es tan bueno.
En verano tenemos la costumbre de ir a la playa y tomar el sol, y sus efectos pueden ser más nocivos de lo que parece.
Aquí te dejamos algunas recomendaciones que debes tomar en cuenta para cuidar tu piel este verano y prevenir los efectos nocivos que puede ocasionar la alta exposición ante el sol:
- Elige un protector solar adecuado para tu tipo de piel.
- Aplica la protección solar antes de salir de casa (30 minutos antes).
- Sécate bien al salir del agua y aplícate de nuevo la protección solar.
- Es necesario prevenir la deshidratación, por ello lleva siempre tu tomatodo.
- Utiliza gafas de sol.
- Usa gorro o sombrero para evitar la insolación.
- Exposición gradual y a una hora moderada: antes de las 11.00 horas y después de las 16.00 horas. Renueva la protección cada dos horas.
- Cuando la piel esté roja o adolorida, no te expongas.
- Es bueno tomar sol, pero nunca en exceso.
¡Si tú cambias, el clima también!