
Cada 5 de diciembre celebramos el Día Mundial del Voluntario y Ciudadano Ambiental, un recordatorio del impacto que la educación, el compromiso colectivo y el voluntariado tienen en la construcción de un mundo sostenible. Desde la infancia hasta la adultez, todos podemos ser agentes de cambio.
Por Mag. Claudia Tuesta Velarde
Docente del curso de Educación Ambiental en el Nivel Inicial de la Facultad de Educación
La educación ambiental tiene un papel crucial en este proceso, especialmente si se inicia desde edades tempranas. Las aulas de educación inicial son espacios fundamentales para inculcar valores y actitudes responsables hacia el medio ambiente. Las docentes tienen la oportunidad de conectar a niñas y niños con la naturaleza mediante actividades que promuevan prácticas sostenibles tanto en la escuela como en el hogar.
Formando docentes y ciudadanos ambientales
Un ejemplo destacado de esta formación es el proyecto final que realizan las estudiantes de educación inicial en el curso Educación Ambiental de la Facultad de Educación. El reto consiste en:
- Diseñar una sesión educativa para niñas y niños menores de 6 años, estructurada en tres etapas (inicio, desarrollo y cierre)
- Seleccionar una competencia ambiental y crear actividades adecuadas a su nivel de desarrollo
- Incorporar y crear un recurso multimedia (cuentos animados, videos educativos o podcasts) para enriquecer la experiencia de aprendizaje
- Presentar un marco teórico breve que explique cómo estas actividades fomentan una ciudadanía ambiental activa
Este proyecto no solo forma a futuras docentes para integrar la educación ambiental en sus prácticas, sino que también fortalece el rol de la escuela como agente de cambio. Las sesiones buscan impactar no solo a los niños, sino también a sus familias, promoviendo hábitos responsables en el hogar.

La educación y el voluntariado ambiental nos recuerdan que el cambio empieza hoy, sumando esfuerzos por un futuro sostenible.
El voluntariado y la acción colectiva por el planeta
El voluntariado ambiental es un pilar fundamental en la construcción de una ciudadanía ambiental activa. Desde campañas de reforestación hasta jornadas de limpieza de playas, personas voluntarias, como quienes forman parte de Clima de Cambios, inspiran con su ejemplo, demostrando que el cuidado del planeta es una responsabilidad compartida.
Estas iniciativas no solo generan un impacto tangible en el entorno, sino que también fortalecen el vínculo con las comunidades, promoviendo la educación ambiental y fomentando una conciencia colectiva sobre la importancia de proteger nuestro hogar común.
En esta fecha, celebremos a quienes educan y actúan para proteger nuestro entorno, desde las docentes que siembran conciencia ambiental en la infancia hasta los voluntarios que lideran acciones concretas, cada esfuerzo contribuye al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Construir una ciudadanía ambiental activa comienza hoy en cada aula, hogar, comunidad y acto de voluntariado.