Más verde que la cuenca del río Rímac. Provee más agua que el río Lurín. El río Chillón es la segunda fuente hídrica más importante de Lima. Pero también está contaminada, el valle perdió más de la mitad de sus tierras agrícolas y desaprovechamos 25% de las aguas del río que van al mar.
La cuenca del río Chillón es diversa biológica y geográficamente. Tiene montañas, bosques, lomas, humedales, islas y fauna marina. Pero la ciudad no ha crecido en base a esa diversidad. Tiene una organización política y administrativa diferente a la delimitación natural de la cuenca. Lo que necesitamos es un crecimiento armónico de nosotros con la naturaleza.
También necesitamos un nuevo concepto de ciudad. Siempre ha sido considerada ésta como el espacio construido obviando su entorno natural. ¿Cómo sustentar dos millones de personas del cono norte sin pensar en la cuenca del Chillón? No es sostenible, es inviable.
¿Qué nos da la cuenca del Chillón? Agua potable para el 10% de la población limeña; Una aprovechable zona de recreación, descanso y turismo; producción de alimentos como hortalizas, leche y ganado; generación de energía eléctrica; entre otras. También es una prolífica fuente hídrica: Tiene 75 lagunas, 845 pozos y 27 manantiales.
Nuevo Orden y visión amplia
La ciudad no está creciendo considerando las diferencias de nuestro geografía. “Hay que cambiar los patrones de ocupación. No se trata de impedir que la población siga habitando el territorio, sino de transformar nuestro crecimiento poblacional en base a un plan para ocuparlo de manea distinta”, explica Sofía Hidalgo, arquitecta del equipo técnico que elaboró el Plan de Ordenamiento Territorial Ambiental del río Chillón.
Además, resalta una manera distinta de ver Lima: “Hay que comenzar a mirar la ciudad de arriba, desde nuestras cabeceras de cuenca, porque lo que pasa en ellas afecta a las zonas bajas, donde la mayoría de la población se encuentra”. Para ella, no estamos valorando áreas naturales que después, por el cambio climático, serán totalmente importantes y necesarias para nuestra ciudad.
Sonia Rodríguez, miembro del Consejo Directivo de la ONG Alternativa, agrega que “tenemos que gestionar a partir del conocimiento de nuestro territorio. Existen mecanismos para conservar y aprovechar lo que nos ofrece la cuenca del Chillón. Por ejemplo, recuperar las riveras de los ríos, donde pueden hacer proyectos turísticos y de recreación para sus habitantes”.
Por otro lado, según Sonia Rodríguez hay altos grados de contaminación y desmontes que la ciudad genera. Esto tiene que reducirse y manejarse. A la fecha ha habido varias campañas de limpieza del río pero se trata de acciones temporales. En estas campañas ella ha notado que la población está sensibilizada: “Bastantes jóvenes y vecinos de la zona participan en estas actividades, pero necesitamos una organización más planificada para recuperar el Chillón”.
Está convencida de que es necesario “garantizar el agua y reducir el déficit de áreas verdes. Establecer una economía de acuerdo a la geografía y nuestros recursos cambiando los patrones de ocupación”. Sofía Hidalgo agrega que tenemos que integrar las cabeceras a nuestra idea de ciudad: “estudiar nuestro territorio más allá de la última casa del distrito”.
Foto: Eddy Ramos