El objetivo del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía es sensibilizar a la opinión pública respecto de la necesidad de cooperar a nivel internacional para luchar contra estos problemas, así como aplicar la Convención de Lucha contra la Desertificación, aprobada el 17 de junio de 1994.
El tema de este año es “Combatir la degradación de la tierra para una agricultura sostenible”, y como señala el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en su discurso alusivo a esta fecha, “el tema nos recuerda la importancia que tiene la tierra como patrimonio mundial sin el que ningún ser humano puede vivir. La degradación de la tierra afecta a una parte importante de la superficie arable del planeta, y tiene un efecto directo en el bienestar de los pueblos y en el desarrollo económico de los países”.
El mensaje del secretario enfatiza las consecuencias sociales de la desertificación y la sequía, como por ejemplo las perturbaciones económicas y la inestabilidad política. Además, recalca el rol de la Convención de Lucha contra la Desertificación, que es “el único marco jurídico internacional para la recuperación de las tierras secas y degradadas, y podría ofrecer una solución a largo plazo para la producción de más alimentos para más personas”.
Ban Ki-moon, además, exhorta a la comunidad internacional a llevar a cabo acciones prácticas en el asunto: "renovemos nuestro compromiso para invertir la degradación de la tierra y la desertificación. Velemos por que la estrategia decenal adoptada el año pasado en Madrid cuente con el apoyo que necesita y se aplique plenamente. En este Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, consagrémonos de nuevo a esa misión".
Foto: El Comercio
Fuente: Naciones Unidas