La mañana del sábado 12 de junio estuvo cargada de emotividad. Diversas instituciones como la organización sin fines de lucro Alternativa, el grupo Comunicaccion de Comas, la Municipalidad Metropolitana de Lima, la iniciativa Clima de Cambios, el taller de baile Tecus, la red de noticias para jóvenes No apto para adultos (NAPA), el colectivo El Cartón de la Universidad Ricardo Palma, el grupo de break dance de Comas, la Asociación de Pescadores Artesanales de Ancón, entre otros; se reunieron en la Alameda Chabuca Granda para dar inicio a la travesía por el río Chillón.
La llegada del chaski con el agua del mar de Ancón marcó el principio de la ceremonia por los 10 mil compromisos por el agua.
Partiendo en dos buses, decenas de personas de todas las edades disfrutaron de un viaje inolvidable que tuvo como meta la Cordillera de la Viuda.
La primera parada se hizo en el distrito de Carabayllo, donde se recogieron los primeros compromisos por el cuidado del agua de la travesía. Lima norte se hizo presente en esta campaña por el agua ya que, dicha zona depende íntegramente del río Chillón para su abastecimiento. En realidad, son alrededor de dos millones de personas las que se benefician con las aguas de este río que se ve vilmente amenazado por la minería informal de las zonas de Pucará y Jicamarca.
Dejando atrás el smog de nuestra capital, llegamos al centro poblado de Yangas, distrito de Santa Rosa de Quives, donde los alumnos del I.P. “Santa Rosa de Yangas” nos recibieron con un desfile y la entrega de sus compromisos por el agua. Las autoridades locales dieron unas palabras de apoyo a la campaña 10 mil compromisos por el agua, que impulsa Alternativa, y presentaron a la Policía Ecológica conformada por niños y adolescentes de la unidad escolar.
Luego de alrededor de dos horas cuesta arriba, arribamos a la ciudad de Canta, ubicada a más de 2800 sobre el nivel del mar. Protegida por su santo patrón el niño Mariscal Chaperito, la provincia de Canta se encuentra rodeada por cerros verdes donde se aprovechan los distintos pisos ecológicos para cultivar hortalizas, maíz, papa, calabaza y sobre todo la denominada agua verde, más conocida como alfalfa, en andenes preincas.
La tarde dio paso a la noche helada y estrellada, que nos acogió junto a los canteños en la Plaza de Armas para asistir a la presentación del break dance de Comas y a la coreografía del grupo Tecus, hasta recibir al grupo Los Mojarras. La voz de Hernán Condori “cachuca” calentó la noche con hits noventeros como Triciclo Perú, Sarita Colonia, su interpretación del Himno Nacional y por supuesto la canción Lindo Chaperito, mientras el público plasmaba sus compromisos por el agua en el mural de la plaza.
Al día siguiente nos dirigimos hacia el cielo. Rodeando los escarpados cerros de la sierra limeña, vamos apreciando numerosas caídas de agua que se unen al recorrido del río Chillón. A la altura de Huaros aparecen las primeras piscigranjas de trucha, algunas privadas y otras comunales.
Nos detuvimos un momento en Cullhuay, pueblo de calles estrechas y techos dos aguas enclavado en el kilómetro 125 de la carretera que lleva a Pasco, para observar el paso del río.
Nuevamente seguimos hacia delante hasta ver el nevado de La Viuda. Cuenta un mito local que cuatro mujeres provenientes de la cuenca del río Chillón, entre ellas una viuda, salieron de sus pueblos para ir en búsqueda del oriente. Dos de estas damas fueron raptadas y convertidas en roca muy cerca del punto de partida. La viuda y la otra mujer continuaron con su meta hasta que una noche la viuda oyó una voz que la llamaba constantemente. Sin recordar que por nada debía voltear, la viuda miró hacia atrás y se endureció hasta transformarse en el nevado de La Viuda. Finalmente, la cuarta mujer logró su cometido y llegó hasta Tingo María, donde se convirtió en la cadena de montañas La Bella Durmiente.
Al observar el hielo perpetuo que adorna la cima de La Cordillera de La Viuda, nuestro guía nos cuenta cómo se ha reducido notablemente la cantidad de nieve en la zona. La reducción de hielo en el nevado de la Chonta es uno de los principales factores que ponen en peligro la fuente del río Chillón y la vida alrededor de su recorrido que va hasta el cono norte de Lima.
Unos cuantos kilómetros más arriba observamos inmensos espejos de agua que descansan al pie de la Cordillera de La Viuda. Estas lagunas, que marcan el límite entre Lima y Junín, representan el estado más puro del agua del Chillón.
La laguna de Chuchún fue elegida como el escenario para realizar el ritual del pago al agua. Todos los presentes formaron un círculo alrededor de la mesa ceremonial esperando las indicaciones de quienes dirigían el ritual de la Yacumama. Mientras se preparaba una cruz de ichu, el parian o director del ritual repartió hojas de coca para chacchar y agradeció a la naturaleza por permitirnos la vida. Cada uno de los asistentes fue bautizado con el agua de Chuchún y luego cada quien tomó la palabra afirmando sus compromisos por el cuidado del agua.
Como símbolo de la importancia del elemento vital, el agua del mar de Ancón fue vertida en la laguna. El pago al agua cerró la travesía por el río Chillón, que además de un interesante paseo dejó huella en todas sus paradas, promoviendo el cambio de actitud para conservar el recurso más valioso de la humanidad.
Escrito por: Florence Coulliaud