¿Cómo nació ‘Reciclajes’?
Yo empecé con todo esto sin pensarlo hace 20 años, cuando cursaba pintura en la Universidad Católica. Al principio no me daba cuenta de lo que hacía, pero en ese entonces ya usaba otros objetos que venían de afuera para mi obra. Con el paso del tiempo, se ha ido afianzando eso de ir recogiendo cosas de la calle para mi trabajo.
Esto es algo fascinante no solo en el tema del arte, sino en el día a día porque si yo necesito una silla en mi casa no me voy a ir a una tienda a comprarla, voy a las calles a buscarla, a los basureros, a los sitios de chatarra o me la hago yo. Me gusta meterme a sitios donde la gente tira sus cosas porque no las quiere cuando pueden ser tesoros. La ciudad es una bandeja que me está diciendo constantemente “sírvete, mira todo lo que puedes coger acá”
¿Qué fue lo que te inspiró a hacer esto?
Te mentiría si te digo “tomé conciencia del deterioro del planeta”, a mi me jaló lo interesante del objeto en sí porque, por ejemplo, una mesa con huellas de haber usada, despintada tiene una carga de vida, te habla del pasado, en cambio una mesa pulida y nueva no te dice nada. Ahora sí te puedo decir que me preocupa mucho el tema del desperdicioy el exceso, de la preocupación de la gente por adquirir objetos gastando un montón de plata y angustiándose con el tema cuando uno puede transformar cualquier objeto y reusarlo. Lo que sucede es que la gente no quiere ser diferente y en ese buscar ser igual al otro no hay creación, pero si te lanzas un poquito a ser libre, sin que te importe si el otro tiene o no algo, se podrían hacer cosas maravillosas.
¿Qué ha significado para ti esta muestra?
Con esta muestra estoy muy contenta porque con ella se cierra un círculo de algo que empecé hace muchos años sin darme cuenta y ahora se ven los resultados de todo este trabajo. Además, entiendo más por qué he actuado así y gracias a Dios hice caso a mi impulso.
En este trabajo tengo 2 líneas que se mezclan: mi lado utilitario, lúdico, de juego con mi lado formal, entonces en esta exposición vas a ver cuadros y esculturas, pero también un juguete que encontré, o sea que el hilo conductor de todos los objetos –utilitarios, lúdicos, formales- es el reciclaje.
A fututo, ¿tienes pensado un proyecto similar?
No voy a volver a hacer una exposición así porque eso ya se cerró y nunca hay que repetir, pero nunca dejaré de hacer reciclaje. Actualmente, estoy trabajando en hierro y vidrio. Uso residuos de vidrio que derrito para transformar y el fierro no lo compro, sino lo encuentro oxidado en algún sitio de chatarra.
¿Qué crees que puede ofrecer la gente en el cuidado del planeta?
Con el solo hecho de reusar algo ahorras energía y dinero. Como individuo, puedes arreglar tu casa con un presupuesto bajo y vestirte de una manera más económica. A nivel sociedad, ¿te imaginas que todos los habitantes de una ciudad reciclen y reusen? El ahorro sería tremendo. Claro, los comerciantes van a decir que sus fábricas se van a ir a la quiebra, pero hay muchos intereses encontrados y no sé cómo se puede ir contra esa corriente tan fuerte.
¿Tienes algún tip para reusar en la vida diaria?
Hay tanta gente que se aburre del decorado de su casa, pero algo que deberíamos hacer a manera de juego es intercambiar. Le pasas tus muebles a un amigo y él te da los suyos, así no gastan tanto dinero y se renuevan. Por ejemplo, en mi casa y tengo 3 hijas y 3 nietas y desde hace un año hemos quedado en que los regalos que nos hacemos sean usados, por ejemplo, si tengo un chaleco que le encanta a una de ellas, se lo regalo para Navidad y es entretenidísimo porque de repente te sacas los aretes y se los das porque sabes que los quieres, pero la gente tiene que estar preparada para eso, porque en la sociedad esto es algo desvalorizado porque mientras más cuesta, mejor es el regalo y en verdad no es así.