Entrevistas
10/12/2015

Nicole Bernex desde la COP21: «Tenemos que cambiar para lograr el cambio que deseamos para el mundo»

 

Usted y otros miembros de GWP han hecho un llamado a los negociadores para que puedan lograr acuerdos a favor del cuidado del agua. ¿Cuál fue este llamamiento?


Primero intentar trabajar de manera coherente los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y las sinergias entre las tres convenciones (la de desertificación, declaración de tierras y sequía; la de cambio climático; y la de biodiversidad), pero también integrar los resultados del Pacto de París sobre el agua y la adaptación. Yo creo que actualmente hay una extraordinaria oportunidad para que las tres convenciones reconozcan el papel vital del agua. Uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible es garantizar un mundo con seguridad hídrica.

 

Hablamos de gases de efecto invernadero, pero no hablamos de las lluvias ácidas y la contaminación de suelos y agua. Entonces, no pensamos articuladamente y ese es uno de los problemas.

 

Otro aspecto sumamente importante es, dentro de la planificación de la gestión integrada de cuencas, integrar los elementos del cambio climático, tanto de conservación, adaptación, mitigación y resiliencia. Entonces, tenemos que cambiar nuestra manera de planificar, teniendo no solamente una planificación adaptativa, sino integrada y participativa y que siempre involucre a los decisores. Además, debemos crear gobernanza a toda escala y ese no es un camino fácil.

 

Pensado de manera especial en nuestra universidad, que ha sido miembro fundador de Global Water Partnership, ser un Smart Campus puede ser el primer paso hacia una Smart City. Hablamos de un campus que es ambientalizado y ambientalizador para él mismo y para su entorno. Y eso podría ser algo muy bueno, una propuesta que ha surgido en el seno de esta COP.

 

Usted mencionó que “agua igual a dignidad”. ¿Cómo está trabajando GWP alrededor del mundo y en el Perú, específicamente, a través del Proyecto Santa Eulalia en el que la PUCP participa?

 

El agua es dignidad y generalmente las personas que más sufren de las carencias de agua por falta de accesibilidad al agua potable, aun en un país con tanta disponibilidad de agua como el Perú, son las mujeres y los jóvenes. Son dos ejes que son particularmente importantes y que este año, en el Foro Mundial del Agua, GWP ha reforzado tanto a nivel de mujeres como de jóvenes.

 

En Santa Eulalia concretamente, se está iniciando un trabajo con mujeres porque es una zona donde hay hidroelectricidad y no hay acceso a la energía.

 

Eso les impide dedicarse a sí mismas; y a las niñas, ser mejor educadas. Entonces, lograr innovaciones articulando el saber tradicional y el saber moderno podría facilitar justamente una mejor vida. Yo creo que ese es el principal camino de la dignidad: uno se siente mejor y ya no tiene que vivir en vivir en suciedad, en dificultades, etc.

 

¿Qué ha logrado la PUCP contribuyendo a mejorar la gestión del agua en Santa Eulalia?

 

Nos ha abierto la posibilidad de la búsqueda de un camino y no solo interdisciplinar, sino también transdisciplinar, reconociendo las dificultades, investigando más y conectándonos con otros investigadores que trabajan en la misma dirección.

 

Trabajamos muchas instituciones de la mano;  eso nos ha enseñado los vacíos que existen, cómo construir puentes y cómo articular. Nos ha ayudado a entender la necesidad de políticas públicas y la potencialidad de la ciencia para la construcción de políticas públicas. Yo creo que es un aprendizaje que ha sido y que sigue, que es muy aleccionador para todos los que de verdad se han involucrado en este proyecto.

 

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