Entrevistas
19/04/2017

“Necesitamos saber leer la naturaleza y enfrentar la relación que estamos desarrollando con nuestro planeta”

 

¿Cuál es el propósito del día de la tierra?

 

Desde el año 1970 se celebra el 22 de abril con el objetivo de recordarnos lo dependientes que somos de la Tierra, de sus recursos y de los procesos que en ella ocurren. Es decir, no solo somos dependientes del planeta como un espacio limitado, con minerales, agua y aire; sino que además dependemos de los procesos que permiten que estos recursos se regeneren.


Un excelente ejemplo es el oxígeno o el agua dulce que son producidos de manera natural y gratuita por procesos complejos que, si afectamos, podrían representar un serio problema para nuestra supervivencia.

 

¿Cuáles son los desafíos a nivel nacional en materia de sostenibilidad en el marco del día de la Tierra?


El primero es comprender qué es sostenibilidad en cada uno de sus componentes: ambiental, social, económico e institucional. No podemos seguir pensando que acciones aisladas resolverán problemas estructurales. Debemos invertir tiempo, energía y dinero en comprender cómo funciona nuestro territorio como un todo. Nuestra porción de la Tierra tampoco está aislada de otras porciones, en consecuencia, lo que pase en otras regiones del país y del mundo nos afectará tarde o temprano sin importar dónde estemos.

 

Buscar el equilibrio, el uso razonable de los recursos respetando los procesos naturales no solo es éticamente deseable, es también inteligente y necesario en términos prácticos. Pero para esto antes debemos estudiar la Tierra y aunque parezca que sabemos mucho de ella, en realidad nos falta mucho por descubrir y por entender. Sobre todo, en lo que respecta a procesos.

 

Lo que acabamos de vivir como país con los desastres naturales nos acaba de dar una lección. Necesitamos saber leer la naturaleza y enfrentar la relación que estamos desarrollando con nuestro planeta. Si continuamos dándole la espalda a esta realidad y a la naturaleza seguiremos construyendo vulnerabilidades que luego deberemos afrontar como sociedad.

 

¿Se ha logrado algún avance a nivel internacional a favor de la conservación y la reducción de gases?

 

Muchos son los avances, pero a veces lo que hacemos con una mano lo deshacemos con la otra. Cada día sabemos más de la Tierra, registramos más información gracias a las nuevas tecnologías. Existen nuevas ciencias y carreras investigando temas que ni pensábamos que existieran. Pero posiblemente, lo más resaltante son los acuerdos internacionales. Aunque para la mayoría estos resultan poco eficientes hemos avanzado mucho en solo unos pocos años. La primera cumbre de la Tierra fue en Estocolmo en el año 1972 y la segunda fue en Río en el año 1992. Por otro lado, la Primera Conferencia Mundial sobre el Clima se celebró en Ginebra en 1979.

 

Desde ahí hemos tenido el Protocolo de Kioto de 1997 que propuso reducir los gases con efectos invernadero, la COP 20 (Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) que se celebró en Lima y hace unos meses se celebró en Marrakech la COP 22. Unos de los temas más interesantes fue el de establecer los pasos hacia un transporte más verde. Esto recién es viable gracias a las inversiones que durante décadas se han hecho en investigación y desarrollo de tecnologías amigables con el medio ambiente y que nos permitirán reducir la emisión de gases producida por el transporte.

 

Se calcula que el mundo hay un vehículo por cada 6 personas y las estadísticas en el Perú nos dicen que nuestro parque automotor es de más de 2 millones y medio de vehículos. De ellos más de la mitad son automóviles y más de 350,000 son combis. Si cada auto gastara solo un galón diario y cada combi 10 galones más, calculemos el consumo energético y las emisiones de gases. Necesitamos reducir dramáticamente estos números y para eso se necesitará no solo de cambios en el consumidor, sino también en la legislación, estrategias económicas, inversión en tecnología, etc.

 

¿De qué forma afectarían al Perú las últimas medidas del presidente Trump en Estados Unidos?

 

Entre las medidas más importantes que se han tomado en el último mes, están las de eliminar regulaciones relacionadas con la protección del medio ambiente. Con esto se pretende incentivar la explotación de recursos fósiles con el fin de abaratarlos y asegurar la independencia energética de los Estados Unidos. Obviamente, esto terminará creando una enorme dependencia pues los recursos fósiles son limitados en el planeta, cuando lo que tal vez deberían hacer es diversificar sus fuentes energéticas y alentar aquellas que sean sostenibles en el tiempo.

 

Las consecuencias serán a todo nivel, pues se invertirá menos en investigación acerca de energías renovables. Además, debido al alto consumo de energía que tiene los Estados Unidos, las emisiones de carbono aumentarán drásticamente y esto luego tendrá consecuencias en el cambio climático. Todo el planeta se verá afectado tarde o temprano.

 

Otras medidas están más relacionadas con los aspectos sociales y además el hecho de que los peruanos que viven en Estados Unidos se verán afectados por las políticas de deportación, lo que está realmente sobre el tapete el derecho a migrar y los derechos de los migrantes. La migración es hace mucho un proceso global y al ser Estados Unidos un modelo para el mundo, es posible que se replantee completamente como vemos este proceso y al migrante.

 

Con respecto a la escalada de violencia actual, y cómo los está enfrentando, los pronósticos son reservados. Incluso, si todo se resolviera mañana, quedarán heridas y consecuencias con que las siguientes generaciones deberán asumir. La violencia es un legado nefasto y un mal modelo de cómo resolver nuestros conflictos.

 

¿De qué manera la comunidad PUCP puede contribuir con el medio ambiente?


Primero asumiendo la responsabilidad de formar a profesionales responsables con el medio ambiente, que conozcan y entiendan el planeta en el que vivimos, los procesos que ahí ocurren y, sobre todo, cómo interactúan estos procesos en la conformación del equilibrio que permite la vida y que finalmente conforman territorios con una personalidad única.

 

Estoy convencido que, desde la academia, junto con campañas de concientización, debemos proponer un nuevo modelo formativo que nos asegure uno ciudadano profesional comprometido con el futuro del planeta y nuestra supervivencia.

 

De manera general, debemos educarnos, informarnos y buscar dejar la menor huella posible a nuestro paso por el planeta. El tema ambiental es universal y se necesita un enfoque multidimensional. Todos debemos aportar desde nuestras especialidades. La realidad es una, pero necesita de una mirada integral.

 

En términos prácticos, preferir consumir lo local, ahorrar agua, ahorrar energía, reducir el uso de plásticos y químicos en el hogar, evitar el despilfarro, y disfrutar con responsabilidad de lo que la Tierra nos ofrece.

 

También podemos participar de los grupos y movimientos ambientales que existen en la Universidad o incluso proponer la creación de nuevos si creemos que existen vacíos. Clima de cambios está haciendo un excelente trabajo en la Universidad creando espacios de participación estudiantil permitiendo que nuestros alumnos exploren y vuelquen su entusiasmo mientras descubren, aprenden y hacen propuestas.