El Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), en conjunto con el Ministerio de Ambiente, gobiernos locales y pescadores artesanales se encuentran dando seguimiento al proyecto de creación de la Zona Reservada del Mar Pacífico Tropical, área que comprende las zonas de Isla Foca, El Ñuro, los arrecifes de Punta Sal y el banco de Máncora. Frente a esta coyuntura, conversamos con el biólogo Yuri Hooker, jefe del Laboratorio de Biología Marina de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, sobre la importancia de la creación de la Zona Reservada Mar Pacífico Tropical, para la conservación de nuestra biodiversidad marina y la promoción de la investigación.
¿Qué entendemos por zona reservada?
Dentro del sistema de áreas naturales protegidas del Perú, hay varias categorías como, por ejemplo, santuario nacional, parque nacional, reserva nacional, etc. Algunas de ellas han sido creadas de manera directa, pero en nuestro país la tendencia es que todas sean declaradas primero como zonas reservadas, que es una categoría de transición, pues todavía no hay planes de manejo.
La base para crear un área natural protegida por el Estado es la biodiversidad de plantas y animales. Lo más probable es que el Mar Pacífico Tropical sea una reserva nacional igual que Paracas. En una reserva se permite la pesca, el turismo, diferentes actividades pero de una manera sostenible.
¿Qué implica, en términos de biodiversidad, establecer una zona reservada como la del Pacífico Tropical Peruano?
El Perú es uno de los cinco países más biodiversos del mundo. Además, nuestro país es dignatario firmante del Convenio Internacional sobre Diversidad Biológica (CDB). Eso significa que como Estado tenemos una responsabilidad de proteger nuestra biodiversidad no solo nacional, sino internacional. Uno de los objetivos de los países firmantes en este convenio es que se debe proteger un área representativa de cada uno de los grandes ecosistemas del país.
Tenemos dos grandes ecosistemas en el mar peruano. La corriente del mar frío del Perú, también llamada corriente de Humboldt, que viene desde la mitad de Chile hasta Punta Illescas (Piura), es un ecosistema único. Todo lo que vive dentro solo vive ahí. Muy pocas especies pueden sobrevivir más al norte o hacia el sur. Luego en la parte norte, tenemos el Mar Tropical del Perú, que es parte del Pacífico Oriental Tropical y viene desde el Golfo de México hasta Cabo Blanco (Piura). Tenemos la zona sur de la distribución de este gran ecosistema. Si buceamos en Cabo Blanco, vamos a encontrar los mismos peces que podemos encontrar, por ejemplo, en el Golfo de California, en México. También vamos a encontrar algunas especies que solamente tenemos en esta zona del Perú y no están en el resto del Pacífico.
En el mar peruano, tenemos áreas naturales protegidas como Paracas, San Fernando y el Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras, pero todas estas áreas protegidas están en el mar frío. Ninguna de ellas está en la parte tropical. Dentro de esta área, se está incluyendo además otra región ecológica que no es fría ni tropical, sino una zona de transición donde ambos mares se mezclan, que es la región entre Puntas Illescas y Cabo Blanco, donde en medio está Isla Foca. Esta zona es muy particular porque vamos a encontrar a especies del mar frío, especies tropicales, pero también muchas especies nuevas que solamente viven en esta región que es muy cortita; sin embargo, es muy importante en términos de biodiversidad.
En los estudios que estamos haciendo, hemos encontrado varios grupos de animales desde Cabo Blanco a la frontera con Ecuador, que solamente son 150 kilómetros, de los 3,080 que tenemos a lo largo de la costa peruana. Es menos del 5% de todo nuestro litoral; sin embargo, en este pequeño litoral hemos encontrado que en los diferentes grupos de animales tenemos entre 70 y 75% de especies. El lugar es realmente muy importante dentro de la biodiversidad marina de este país. Además, hay un número muy importante de especies nuevas que estamos encontrando para la ciencia, que lo hace un lugar único.
El Perú es un país megapesquero y se calcula que de esta zona viene aproximadamente el 50% de la pesca de todo nuestro litoral para consumo humano directo. Esta zona tan reducida es al mismo tiempo muy productiva, pues hay nutrientes que vienen del mar frío. Lamentablemente, hay mucha pesca ilegal que está depredando el recurso hidrobiológico, matando una pequeña cantidad de juveniles y alterando el ambiente donde viven estos animales. Uno de los principales problemas es la pesca de arrastre, que usa unas redes que llegan hasta el fondo y destruyen todo lo que hay a su paso. Está prohibida por ley; sin embargo, las autoridades que tienen la responsabilidad de controlar esta pesca no están haciendo correctamente su trabajo. Entonces al crear un área protegida, ya no solamente están la Marina y el Ministerio de la Producción a cargo del control de estas actividades, sino también los guardaparques.
¿Qué otros beneficios puede identificar?
Lo que necesitamos urgentemente es que esta área se recupere. Por ejemplo, yo buceo hace casi 30 años y cuando recién empecé a bucear en el norte, me encontraba con grandes grupos de peces enormes y 2 o 3 pescadores que hacían caza submarina. ¡Era increíble! Con el tiempo empezaron a entrar bolicheras de gran escala, que tienen prohibido pescar dentro de las 5 millas, y aumentaron también los cazadores submarinos. En el Ñuro, hace un tiempo había una zona donde miles de pequeños meros se reunían para comer e iban creciendo. Ahora encuentras uno o dos con suerte.
Este tipo de acciones se dan en todas partes del mundo y han demostrado que la mejor manera de recuperar a la pesquería artesanal es con la creación de áreas naturales protegidas. Cuando se eliminan algunas especies de un ecosistema, también se reestructura todo el paisaje submarino, porque si desaparece una especie cuya función es, por ejemplo, comerse las algas, todo se va a llenar de algas y algunos animales que no van a poder vivir ahí y serán reemplazados por otros. Si empezamos a proteger, nuevamente van a empezar a llegar estos animales de otras zonas, van a volver a poblar y se va a volver a reestructurar todo. Eso es lo que yo quisiera ver: que nuevamente el mar tropical sea lo que originalmente ha sido.
Las consecuencias van a ser dos: la mejora de la pesquería artesanal y los productos que se ofrecen para nuestra culinaria, y el desarrollo de un enorme potencial para el turismo submarino, de buceo. Si tuviésemos por ejemplo un lugar donde hay un mero de 2 metros que vive en una cueva, probablemente habrá gente que va a venir de muchos lugares del mundo exclusivamente por ir a ver a este animal que está amenazado a nivel mundial y en el Perú ahora está casi extinto. Un mero vivo para el turismo de buceo genera muchísimo más dinero que ese mismo mero muerto en un muelle, que luego va a ser fileteado y puesto en un plato. Y el mero desapareció para siempre. Los beneficios son enormes.
Lo que necesitamos definitivamente es una decisión política. Ha habido muchos cambios en la legislación, sobre todo a raíz del ‘Paquetazo Ambiental’, que imposibilitan la creación de nuevas áreas naturales protegidas, tanto en mar como en tierra. Antes solo con la aprobación del Ministerio del Ambiente era suficiente. Ahora todos los ministerios tienen que estar de acuerdo para crear un ANP, es decir, si hay intereses petroleros o mineros, lo más probable es que simplemente el área protegida no se materializará. Es un absurdo que la conservación de la biodiversidad de nuestras reservas naturales está supeditada a otros intereses. La prioridad es la protección de la biodiversidad, de nuestros recursos naturales y de los pescadores artesanales.
De crearse el área, el Gobierno tiene que ser el que pone las condiciones para la empresa que quiera entrar a operar en este lugar. Hay áreas protegidas donde sí se puede hacer explotación de recursos pero bajo los lineamientos que el Gobierno da, no como está ocurriendo en este momento, que es todo lo contrario. Las condiciones las está poniendo la industria, lo cual no debería permitir ningún Gobierno que realmente tenga las fuerzas para entender las necesidades del país.