Javier Salazar, coordinador de Gestión de Flora y Fauna de la PUCP, nos cuenta la razón por la que se celebra el Día del Árbol. Asimismo, nos comparte las razones por las que debemos cuidar los árboles y cómo desde la Universidad se favorece su cuidado.
¿Qué se celebra en el Día del árbol? ¿Por qué es una fecha importante de conmemorar?
Se celebra como un recordatorio de la importancia de proteger los bosques, y crear conciencia sobre la necesidad del cuidado y conservación de los recursos forestales.
En localidades de muchos países, ese reconocimiento se remonta como iniciativas locales específicas incluso ya desde finales del Siglo XIX variando la fecha, según la región, en forma coincidente el advenimiento de la primavera.
En 1974 la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) oficializó la creación del Día Mundial del Árbol, atendiendo la recomendación del Congreso Mundial Forestal realizado en Roma en el año 1971.
¿Cuál es la importancia de los árboles en el Perú?
El Perú es un país megadiverso, cuya superficie alberga la gran mayoría de las formaciones vegetales que existen en el mundo, entre ellas los bosques, que son una respuesta natural para lograr el equilibrio frente a las condiciones del medio.
El equilibrio al que nos referimos cubre muchos aspectos de suma importancia, como por ejemplo, la regulación del ciclo del agua y nutrientes, el balance carbono y oxígeno del aire, la regulación de la temperatura, la protección de los suelos ante la erosión y la preservación de la biodiversidad (de manera directa la flora y, dependiente de ésta, la fauna).
Por lo indicado, podemos deducir la enorme importancia que los bosques tienen finalmente para la supervivencia de nuestra población si se tiene en cuenta que la superficie del Perú, cuenta con alrededor de 70.000 000 hectáreas de bosques naturales (más del 90% de ellas corresponden a la Amazonia), ocupando el segundo lugar en Sudamérica y el noveno a nivel mundial.
Dada la gran superficie que cubren (especialmente la Amazonia) debe entenderse que su impacto va más allá de su ubicación geográfica específica. Lamentablemente, son los habitantes del bosque quienes sufren las consecuencias cuando éstos no se manejan responsablemente.
¿Cómo se favorece el cuidado de los árboles en la PUCP?
Si bien se ha visto que en nuestro país los bosques naturales juegan un rol cuya importancia muchas veces podría pasar desapercibida para los habitantes de las ciudades como nuestra Lima al no ser tan directa su influencia, basta con imaginar el Campus de la PUCP sin los cerca de 4 000 árboles que hoy lo pueblan, para finalmente entenderlo.
Desde el año 2008, con la creación del Comité de Jardines; adscrito luego a la Comisión de Medio Ambiente de la PUCP, se implementó un plan de re arborización y arborización del Campus partiendo del principio de incrementar la biodiversidad existente bajo la perspectiva de que sus áreas verdes sean un jardín botánico,la conservación y el mantenimiento responsable de los árboles una vez instalados, constituye una práctica que es de particular atención de parte de la PUCP a través de su Dirección de Administración y Finanzas.
Se practican intervenciones anuales para podar nuestros árboles más altos, con el fin de minimizar posibles riesgos eliminando sólo lo técnicamente necesario. También se les “baña” por grupos a fin de retirar el polvo que gentilmente los árboles atrapan en sus copas evitando que nosotros lo aspiremos; los más jóvenes son guiados para lograr su mejor conformación y fertilizados anualmente.
Asimismo, toda nuestra arboleda se censa y es permanentemente mesurada y monitoreada para su adecuada identificación.
Finalmente, si la evidencia de los hechos nos indica que algún árbol irreversiblemente ha cumplido su ciclo, especialmente cuando ello implica riesgos para la integridad de las personas, se procede a reemplazarlo para lo cual se producen con anticipación árboles específicos en el vivero.
Conoce la Ecorruta PUCP que Clima de Cambios y la Coordinación de flora y fauna prepararon.
¿Cuántos árboles deberíamos plantar en nuestras vidas?
Desde la perspectiva de mantener el equilibrio de nuestro medio ambiente para establecer una suerte de tasa de arborización per cápita, debe tomarse como premisas evitar generar contaminantes y no destruir los bosques, sea directamente o consumiendo en exceso o irresponsablemente todo aquello que proviene de ellos (carbón, madera, cortezas, etc.).
Por ejemplo, si lo que queremos es amortiguar nuestra huella de carbono, es mucho más significativo cambiar ciertos hábitos como en el transporte diario, el uso de plásticos o de descartables en general. Y si hablamos de no afectar los bosques, debemos procurar que cualquier compra asociada, inevitablemente a recursos provenientes de éstos, cuenten con certificaciones que garanticen que se tratan de productos obtenidos del manejo responsable de los mismos.
En conclusión, plantemos la mayor cantidad de árboles que podamos a lo largo de nuestra vida, pero lo más importante: cuidemos los que ya se tienen y cambiemos hábitos que contribuyan a no contaminar nuestro ambiente.
