Entrevistas
24/04/2014

“Las soluciones para la contaminación sonora nacen con temas de cultura y respeto”

¿Qué debemos entender exactamente por ruido?
Es un tema que debe conocerse bien. Ruido en realidad; y de acuerdo a lo establecido en el Decreto Supremo 085 del 2003, en donde se establecen los estándares para la calidad ambiental para el ruido; se define como aquel sonido no deseado que perjudique o afecte a la salud de las personas. Entonces lo que deberíamos de explicar en realidad es que no todo sonido se debe catalogar como ruido. Ruido ya es aquél cuando genera un malestar y repercute en la salud de la población.

 

 

¿Cuáles son las tres principales causas de contaminación sonora en nuestra ciudad?
De lo que nosotros ya hemos evaluado a nivel nacional, descubrimos que la principal causa de contaminación sonora es el tráfico vehicular. Sabemos que el parque vehicular ha crecido enormemente en estos últimos años, más aun considerando que no solo ha crecido el parque vehicular sino también la demografía en general. Este es un cambio y un choque de alguna manera, porque este crecimiento debió incluir también una planificación en el tránsito, normatividad y gestión cultural.
Hemos visto en muchos casos que la contaminación sonora se genera gracias al boom de la construcción que viene repercutiendo en zonas residenciales. Y es la segunda causa de contaminación que nosotros hemos podido identificar. Y ya los otros temas problemas puntuales son aquellos originados por zonas donde están las discotecas, que de alguna manera traen consigo la falta de un buen ordenamiento territorial; es decir, hay zonificaciones establecidas, sin embargo se dan actividades en zonas donde no deberían estar. Pero esto tiene que ver también con responsabilidades de las Municipalidades.

¿Hasta qué punto el ruido se debe a conductas no apropiadas y cuánto a la “vida moderna”?
Creo que aquí estamos malinterpretando la situación. Recordemos que el ruido un sonido molesto que puede estar afectando la salud. El hecho de que se considere que tenemos una “vida moderna” no significa que la afectación a la salud vaya a cambiar, eso es totalmente diferente. El hecho de que se empiece a escuchar la radio a todo volumen o los carros coloquen el tubo de escape más potente simulando autos de carrera, esto no significa que por el hecho de que “sean modernos” no vayan a repercutir en la salud.

¿Cuáles son los perjuicios en la salud de los ciudadanos?
Tenemos causas como por ejemplo de afectación en el oído, puede producir sordera, produce malestar y dolores de cabeza, puede producir hasta náuseas, desequilibrio a nivel auditivo, estrés. Pero también es importante tomar en consideración lo siguiente: tú puedes estar expuesto a un nivel de ruido alto por dos minutos y tu afectación va a ser diferente a una persona que puede estar en la misma situación 8 horas. Entonces la afectación a la salud va a estar en función muchas veces del tiempo de exposición que esa persona vaya a estar sobre un nivel de intensidad de ruido. Allí podemos decir lo siguiente: es diferente, por ejemplo, que estés por la Av. Abancay y pases con el bus en el trayecto en hora punta donde hay una intensidad de ruido mayor, pero el grado de afectación hacia ti va a ser diferente que al del policía de tránsito que está dirigiendo en esa zona y que está expuesto allí 5 o más horas dependiendo de su trabajo.

¿Qué medidas normativas y de mitigación proponen las autoridades?
En realidad las medidas normativas ya están dadas: la del Decreto Supremo 085 ya establece los estándares de calidad ambiental para ruido y es del año 2003, donde establece competencias expresas para los diferentes niveles de gobierno. Allí figura quiénes controlan, quiénes evalúan, quienes asumen funciones. Lo importante es que se aplique. Adicionalmente al Decreto también existen normas que han sido reguladas y aprobadas por los diferentes sectores para las actividades que ellos controlan. Entonces estamos hablando por ejemplo de la identificación de las principales causas de contaminación como el parque vehicular, sabemos que existe ya la norma que hace que las Municipalidades empiecen a regular este tipo de actividades y puedan aplicar multas, así como hacer campañas de información y sensibilización en la población.
El OEFA viene desarrollando monitoreos con las Municipalidades con el objetivo de darles insumos y que empiecen a aplicar medidas para mitigar el tema del ruido en algunos focos o tenerlos como insumo para que puedan ir generando evaluaciones posteriores a fin de tener una línea de base temporal.

¿Qué porcentaje de Municipalidades de Lima están interesadas en recibir ese desarrollo de capacidades que brinda el OEFA?
Nosotros hemos hecho a finales del año pasado, en el último trimestre, un monitoreo con 49 distritos de Lima Metropolitana y del Callao. En realidad, el interés ha sido de todas, pero pasa mucho por cuestiones de logística, de capacidad técnica y de conocimiento en las Municipalidades. Este monitoreo ha generado que las Municipalidades nos acompañen a nosotros a realizar un monitoreo en cada jurisdicción, identificando puntos focales del problema. Allí trabajan con el equipo y recibían los resultados. De alguna manera lo que nosotros queremos es que ellos, si bien es cierto no tienen la logística necesaria o la capacidad técnica, empiecen ya a conocer cómo es que se desarrolla este tipo de evaluaciones ambientales.

Respecto al tema: ¿ha cambiado en algo la cultura de la gente aquí en Lima, en los últimos años?
En términos de niveles de contaminación vemos que siguen siendo las mismas zonas donde se viene identificando este tipo de problema. Sin embargo, lo cierto es que en estos años se ha visto una mayor actividad de sensibilización de parte de las Municipalidades: carteles, campañas en las calles, inclusivo sanciones pecuniarias por toque de claxon u otros. Pero más allá de eso sí es importante el tema cultural: no basta tocar el claxon indebidamente sino también no sobre parar en lugares donde está prohibido. El hecho de que un auto sobre pare genera obstrucción, ello hace que se los demás vehículos empiecen a tocar las bocinas y la contaminación sonora se genera porque una persona detuvo su auto en cualquier lugar. Entonces no hay criterios de respeto de señales que también debe tratarse como las revisiones vehiculares, porque si bien es cierto estamos hablando de bocinas, es importante que los tubos de escape estén bien porque son factores que contaminan.

En cuanto a los estudiantes universitarios: ¿En qué medida les afecta la contaminación sonora para sus labores?
Podría estar orientado en diferentes casos. Porque una cosa es tener un campus y que el estudiante pueda desarrollar sus actividades por ejemplo de recreación en un lugar abierto y amplio; a que tengas un espacio reducido y que desarrolles allí todas tus actividades y se afecte la concentración. Esto está en muchos casos relacionado a qué espacios tienes, en dónde puedes desarrollar tus actividades de recreación y en qué espacios tienes tus aulas para desarrollar tus clases.

Mañana celebramos el día mundial sin ruido. ¿Podría darnos unas recomendaciones para estudiantes universitarios o en general para evitar la contaminación acústica y para disminuir la de nuestro alrededor?
Las recomendaciones para los estudiantes universitarios es que nos apoyen en la sensibilización. Es muy importante que no solamente las autoridades dicten normas y las hagan respetar, sino también cómo contribuye cada uno de nosotros a que eso funcione. En el mismo campus: yo no podría estar con una radio a todo volumen en ambientes que yo sé que están impartiendo clases; o por ejemplo en el mismo campus de la PUCP, estar tocando la bocina en los estacionamientos, allí el comportamiento no contribuye a la mejora ambiental. Son muchos aspectos de costumbres en los que cada uno de nosotros podríamos aportar a que se mejore.

Conoce más del OEFA en su página web: http://www.oefa.gob.pe/