Entrevistas
26/04/2016

«La principal causa de la contaminación del aire en el Perú es el parque automotor»

 

En el año 2001, se publicó el Reglamento de Estándares de Calidad Ambiental (ECA) del Aire, donde se identificaron 13 ciudades a nivel nacional con problemas de contaminación del aire, que eran principalmente las ciudades grandes de la costa y algunas de la sierra y selva.

 

Esta norma también señalaba que deberían generarse grupos de trabajo, denominados GESTA (Grupo de Estudio Técnico Ambiental para la Calidad del Aire), que deberían estar conformados principalmente por las autoridades, en este caso, la municipalidad provincial, porque era un problema local.  Nuestro principal objetivo es sensibilizar y educar.

 

¿Cuál ha sido el público más dispuesto a aprender y colaborar?

 

El público más predispuesto han sido los jóvenes, por su entusiasmo y afán de conocimiento. En segundo lugar, ha sido el sector educación; no solamente los profesores, sino también los niños que van a la escuela y asisten a charlas que ofrecen nuestros especialistas, o la misma gente de la UGEL relacionada a la protección ambiental.

 

Y un sector bastante complicado ha sido el de las autoridades, porque como siempre hay un enfoque cortoplacista, se busca atender los problemas más urgentes. Por eso, el Minam está desarrollando un programa, con el Banco Mundial, para dotar de redes de monitoreo continuo de calidad del aire a seis ciudades del país: Chiclayo, Piura, Trujillo, Iquitos, Huancayo y Cusco.

 

¿Y coincide que son esas ciudades las más contaminadas?

 

Así es. Hemos ordenado las 196 provincias que tiene el país en función a sus problemas de contaminación atmosférica. Y por el tamaño de la población y la envergadura del problema, y el presupuesto que también nos limita, hemos hecho una priorización a nivel de programa de las ciudades con mayores problemas de contaminación atmosférica.

 

¿Cuáles son los principales problemas que se han detectado?

 

En las ciudades de la costa y en algunas ciudades grandes de la sierra y selva, el problema fundamental es el parque automotor, no solamente por la antigüedad de los vehículos, sino también por la calidad del combustible. En la zona norte del país, tenemos por lo menos un combustible de bajísima calidad. En la zona sur, ya se está trabajando con combustibles limpios. Pero en la zona norte, en la selva, todavía tenemos combustibles sucios.

 

Un segundo problema es que, en ciudades donde hay una concentración importante de industrias, estas no están reguladas al 100%. Por ejemplo, identificamos el tema de los hidrocarburos, de la minería, de la pesca; pero nos olvidamos de las ladrilleras, de los calderos industriales, de las fundiciones, que también merecen una atención especial. Por ello, el Minam viene trabajando con el Ministerio de la Producción y otros ministerios para implementar los Límites Máximos Permisibles (LMP) que permitirían controlar estas actividades y, por ende, ayudar a reducir más la contaminación.

 

En Lima y en otras ciudades del país, se ha logrado detener y revertir la tendencia creciente de la contaminación. En los últimos quince años, la tendencia era que la contaminación seguiría creciendo, porque también crecía el parque automotor no regulado, no había un programa de modernización de las refinerías, no había un programa de respiro de vehículos antiguos, no teníamos masificado el gas. Creemos que, como estamos trabajando, en un plazo de tres a cinco años podremos conseguir que la mayor cantidad de ciudades tenga controlado el problema de la contaminación y puedan alcanzar finalmente los Estándares de Calidad Ambiental.

 

El Minam ya entregó 16 planes de acción. ¿Cómo podría resumirlos?


El plan de acción nace de un diagnóstico, no solamente ambiental, sino también de salud. Se identifica cómo está presente la contaminación atmosférica, qué parámetro es el crítico, cuál es la incidencia de casos de salud que reflejan esa problemática, cuáles son las fuentes principales de contaminación en la ciudad; y con ello se proponen medidas. Las medidas van desde carácter administrativo, es decir, fortalecimiento institucional; hasta de tipo operativo, es decir, implementación de redes de monitoreo o vigilancia, revisiones técnicas, controles a los vehículos, desarrollo de proyectos para mejorar la circulación de los vehículos en las ciudades, crecimiento de áreas verdes, mayor número de cobertura vegetal, etc. O sea, las medidas en general son propias de cada ciudad, después viene la parte de intervención a las fuentes específicas; por ejemplo, si hay plantas pesqueras, habrá monitoreo participativo para conocer, junto a la autoridad de fiscalización, en este caso OEFA, y el GESTA, el estado de la calidad del aire.

 

¿Cuáles son los principales logros y retos, del programa a lo largo de este tiempo?

 

El principal logro es que tenemos unos planes que sirven justamente para que las autoridades tengan una hoja de ruta y tomen acción. Otro logro importante es que con las autoridades nacionales, Ministerio de Transporte y el de Energía y Minas, hemos podido conseguir que más de 50% del país tenga acceso a un combustible diésel limpio. También hemos conseguido ir avanzando en la implementación de diversos instrumentos de regulación, por ejemplo, el índice de nocividad, que es un instrumento que ayuda a poder establecer un impuesto selectivo al consumo basado en que el combustible más contaminante debe pagar más impuesto. Así, el menos contaminante debe pagar menos impuestos. Eso fue recogido por el Ministerio de Economía en su momento y ha venido siendo aplicado de manera que desincentive el uso de diésel contaminante o gasolina muy contaminante.

 

Otro logro también es el haber promovido la Ley de Aire Limpio; hemos presentado esa ley al Consejo de Viceministros. Esperemos que sea aprobada y pase al Congreso, o en todo caso que siga el trámite que tiene que seguir.

 

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