¿Qué es lo que se espera con los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), recientemente aprobados?
Lo que se espera, así como en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, es que los países y las Naciones Unidas se pongan unas metas mucho más ambiciosas, porque los retos que enfrenta la sociedad ahora son más grandes. Y no es sorpresa que, como el cambio climático es uno de los principales problemas que la humanidad va a enfrentar, muchos de estos ODS están directamente vinculados a los impactos del cambio climático.
¿Considera que fue un poco ambicioso plantear este año como fecha límite para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio?
No, porque las metas que nos pusimos como país se cumplieron, y en algunos casos se superaron, pero es evidente que no es suficiente para los peruanos, para el mundo. Y se tiene que llegar a compromisos mucho más fuertes.
Lo mismo está sucediendo en la COP21: los compromisos que los países están enviando a las Naciones Unidas no son suficientes comparado con lo que los científicos dicen que tenemos reducir. Los científicos están hablando que para el 2050 debemos reducir por los menos 45% de las emisiones del planeta y para el 2100 deberíamos reducir aproximadamente 85% hasta 95%.
El año pasado, mencionó en una entrevista que “la gente se está adaptando al cambio climático de una manera espontánea y no efectiva”. Después de un año, ¿sigue pensando lo mismo?
El Estado ha hecho muchos esfuerzos para sensibilizar a la gente; sin embargo, la información no está a la mano de todos los peruanos. Los agricultores o pescadores, por dar un ejemplo, están tratando de adaptarse a estas nuevas condiciones climáticas, pero sin orientación. Son ellos mismos los que están buscando cómo responder a los efectos adversos del cambio climático.
La gente que tiene dinero atrasa su adaptación porque tiene todavía capacidad de responder. Por ejemplo, si tienes frio, te compras una chompa y el problema se solucionó. La gente pobre que está en estos momentos en zonas altas muriéndose de frío, simplemente no tiene cómo responder. Están forzados a adaptarse, a migrar a zonas más bajas, a cambiar sus modos de vida. Es una adaptación, más que espontánea, forzosa.
Entonces, ¿se podría decir que el papel del Estado como informador no se está cumpliendo totalmente?
Lo está cumpliendo pero es que es un proceso largo y bastante complicado. Creo que estamos esperando mucho del gobierno y no estamos respondiendo nosotros mismos. La responsabilidad de la sensibilización y de compartir esta información no es únicamente del Estado. Es de los periodistas, de los estudiantes, de los profesionales que tienen acceso a esta información y no la difunden y no la interiorizan en sus funciones.
Lamentablemente a medida que los efectos del cambio climático sean más evidentes y los afecte económicamente, recién comienzan a cambiar. Somos demasiado reactivos, no somos preventivos. Tú, como estudiante, ¿cómo te adaptas al cambio climático y comienzas a hacer actividades que sean más sostenibles? ¿Cuánta gente en el Perú recicla, apaga una luz, cierra un caño? ¿Por qué no lo hacemos? Porque todavía podemos pagar un metro cúbico de agua que cuesta dos soles. El día que no haya y que eso cueste 10, 20, 30 soles, recién vamos a estar forzados a ser eficientes.
