Entrevistas
08/11/2016

"El Perú tiene un gran potencial de navegación fluvial"


 

El Dr. Humberto Ávila es director del Instituto de Estudios Hidráulicos y Ambientales (IDEHA) de la Universidad del Norte, en Barranquilla, Colombia. Vino a la PUCP por invitación del Dr. Ronald Gutiérrez, docente del Departamento de Ingeniería, como parte de un acuerdo de cooperación entre ambas casas de estudio. En dicho acuerdo, cuenta, hay temas académicos importantes, de investigación, de intercambios académicos, de pasantías y visitas de estudiantes y profesores, así como eventos en conjunto. Dentro de este marco es que se realizaron los coloquios «Seguridad hídrica y resiliencia ante el calentamiento global en Lima» y «La navegabilidad del río Amazonas» en la PUCP.

 

El Dr. Ávila es ingeniero civil de la Universidad del Norte, con maestrías y doctorado en las universidades de Alabama y de los Andes. Es además especialista en hidráulica de ríos y costas, y se desempeña como profesor e investigador del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental, de la Universidad del Norte. Ha participado en proyectos de ingeniería fluvial y navegabilidad en los ríos Magdalena, Cauca y Meta, en Colombia, para el planteamiento de obras de ingeniería para navegación, erosión fluvial y manejo de inundaciones en sistemas fluviales y estuarinos. También ha liderado la gestión de cuencas y riesgo en hidrosistemas.

 

¿De qué trató su participación en el coloquio «Seguridad hídrica y resiliencia ante el calentamiento global en Lima»?


El coloquio se centró en los sistemas resilientes al cambio climático. Los ponentes hablamos sobre el manejo y control de inundaciones, sistemas de alertas tempranas, disponibilidad hídrica de agua potable, manejo de aguas residuales. También la ANA, Sedapal y Sunass presentaron sus planes.

 

En mi caso, presenté todas las experiencias que hemos tenido en la Universidad del Norte en investigación y consultoría, relacionadas con el manejo del agua urbana, desde el punto de vista de escorrentía pluvial, específicamente para la gestión del riesgo de inundaciones. Vimos cómo la ciudad de Barranquilla, que tiene uno de los problemas de drenaje pluvial más grandes de Latinoamérica, ha venido enfrentando ese problema y mejorando las condiciones de drenaje, por ejemplo, con canalizaciones. También, hemos hecho el análisis para el potencial uso de sistemas urbanos de drenaje sostenible, que permitan recuperar las condiciones naturales hidrológicas en una zona urbana y ver de qué manera la ciudad se puede adaptar a las condiciones de cambio climático. También presenté el tema de sistemas de alertas tempranas para corrientes súbitas, que pueden ser aplicados a las condiciones del Perú en el manejo de avenidas. Ese es un aspecto que se puede investigar junto con la PUCP y proponer soluciones.

 

¿Las investigaciones han sido solo en la ciudad de Barranquilla o también en otras ciudades de Colombia? ¿Qué particularidades presenta/n?


Las investigaciones se han centrado en la temática de sistemas urbanos de drenaje sostenible. Hemos tomado como caso de estudio a Barranquilla, porque allí hicimos las mediciones y modelaciones, pero los resultados aplican para cualquier ciudad. También hemos trabajado junto con otras universidades del país e identificado problemáticas, porque cada ciudad tiene su propia problemática. Barranquilla es actualmente la ciudad con mayores retos en manejo de drenaje pluvial en Colombia y la que más está invirtiendo en manejo del drenaje urbano. Actualmente están invirtiendo cerca de 250 millones de dólares en canalización, más todo lo que se piensa invertir en mejoramiento urbanístico y en los sistemas urbanos de drenaje sostenible para manejar todas las cuencas.

 

¿Se podría aplicar estas investigaciones en el Perú, en una ciudad como Lima, que es bastante árida, o tendría que hacerse en ciudades, por ejemplo, de la Amazonía o Andes peruanos, donde sí llueve bastante?


Sí es aplicable, pero el propósito es distinto. En zonas donde llueve más, la aplicación es para controlar inundaciones; en zonas donde llueve poco, estas tecnologías pueden servir para recargar acuíferos, por ejemplo, o retener el agua y manejar la infiltración. Dependiendo de su aplicación, esas tecnologías pueden ser definidas para cada caso. Habría que mirar cuáles son las posibilidades que se tiene para aplicarlas aquí. En casos como Australia, donde también hay escasez de agua, estas tecnologías tienen un uso orientado no a controlar inundaciones, sino a evitar sequías.

 

Usted también participó en el coloquio «La navegabilidad del río Amazonas».

 

Creo que Perú tiene un potencial muy grande, desde el punto de vista de navegación fluvial. El río Amazonas se puede usar como una hidrovía que conecta a varios países y llega al Océano Atlántico. Y ese potencial de navegación se traduce en beneficio económico para el Perú. En Colombia se ha mirado la navegación como una oportunidad tremenda dentro del transporte intermodal, por carretera y fluvial, para el desarrollo económico y así reducir costos y mejorar la eficiencia en el transporte.

 

También se ha investigado bastante sobre el tema de navegación de ríos. Tenemos una información muy rica en todo el componente hidrológico, hidráulico, sedimentológico, geomorfológico, económico, social, asociado a los ríos, no solamente en navegación, sino también en inundación y sequías. Ahora se está trabajando en el Plan Maestro Fluvial, pues al tener sectores donde el acceso es complicado, los ríos constituyen las vías de conexión. Ese plan pone un reto para entender primero los ríos y luego poder aplicar ese conocimiento a la navegación. Uno tiene que identificar el desarrollo autónomo del río y adaptarse a ese comportamiento natural. De esa manera, las obras tienen un mínimo impacto ambiental, se reducen de costos y la investigación se mantiene ligada con la aplicación práctica.

 

En el caso de Perú, esa experiencia se puede aplicar también en los ríos de acá. Primero hay que entender cómo se comportan los ríos y hasta dónde se pueden aprovechar. Pienso que en Latinoamérica, hay un gran potencial hídrico que se puede aprovechar como parte del transporte intermodal, sobre todo para conectar países. Así como uno piensa conectar internamente a un país a través de los ríos, también se puede conectar varios países a través de los ríos, que es más fácil que conectarlos por carretera. Hay oportunidades muy importantes pero eso requiere primero investigación.


¿Cuánto tiempo tomó la investigación para llevar a cabo este plan maestro?

 

El plan maestro tiene un componente muy económico, pero que se alimenta de información científica y técnica. Conocer el comportamiento del río es algo que nosotros venimos haciendo permanentemente; por lo menos, en la universidad, hace 30 años. Todo empieza por tomar datos, hacer mediciones permanentes, de caudales, niveles, transporte de sedimentos, velocidades, etc., en diferentes épocas del año. Cuando uno quiere aplicar una hidrovía y definir las condiciones para hacer un canal navegable, ese conocimiento nos va a decir cuál es la capacidad de navegación natural del río. Habrá unos tramos que necesitarán mejorarse para navegar, pero ese mejoramiento se puede hacer de esta forma para que tenga el mínimo impacto. Eso se logra cuando se tiene suficiente información, modelos, investigaciones y todo eso que al final redunda en unas buenas decisiones.

 

Los ríos se estudian toda la vida. Por ejemplo, el Rin, en Europa, y el Mississippi, en Estados Unidos, son ríos navegables, que tienen ciertas condiciones y que han sido estudiados toda la vida. En nuestro caso, son ríos tropicales, que tienen una condición sedimentológica diferente, porque vienen de la cordillera y llegan a una planicie. No podemos tomar información de un río en otro continente y querer implementarlo acá. Hay que investigar sobre nuestros propios ríos para que esas decisiones sean consecuentes con nuestra realidad. De eso se trata el vínculo entre la investigación, la academia, y la toma de decisiones a nivel estatal.

 

¿Cuál es el estado del plan maestro?

 

Ya fue aprobado y se está socializando. Lo que pretende es marcar una hoja de ruta respecto a la navegación fluvial. En la medida en que se va desarrollando, habrá que mejorar ciertas cosas con base a la información que se va adquiriendo. Esto genera una necesidad de invertir en investigación y en desarrollo de proyectos productivos, porque un río navegable sin carga es como una carretera sin vehículos.

 

Para finalizar, ¿qué agregaría sobre estos temas y la importancia de la investigación?

 

Empezamos con los coloquios acá. La idea es poder hacerlo el próximo año en la Universidad del Norte. También estamos generando vínculos para el desarrollo de proyectos de investigación y publicaciones. Estamos abriendo todo un abanico de posibilidades de trabajo conjunto, sobre todo porque tenemos muchas cosas en común, no solamente fortalezas sino también necesidades, que podemos complementar. Además, la masa crítica en Latinoamérica ha crecido bastante. Antes no había muchos doctores o estudiantes de maestría. En este momento, la masa intelectual en Latinoamérica es fuerte, está retornando de otros países y eso nos pone en una posición privilegiada, porque estamos donde se necesitan las cosas, somos los que conocemos esas cosas y tenemos la responsabilidad de hacerlo.