Los alumnos del tercer año de la Especialidad de Diseño Gráfico tuvieron la responsabilidad de producir mensajes para generar conciencia sobre el cuidado del mar y sus recursos.
Antes de diseñar el afiche, ¿qué conocías sobre la realidad de esta zona pesquera?
No sabía mucho; tal vez lo esencial, como conocer algunos puertos en Lima, conocía sobre algunos tipos de pesca: la pesca industrial, de arrastre, la artesanal, etc. y también las consecuencias que algunas de ellas ocasionan a la naturaleza, pero ignoraba de lo sucedido en dicha zona.
Pero puedo decir que sí tuve un vínculo más cercano y creo más sentimental, pues mi padre fue buzo y pescaba con arpón en Ica antes de que yo naciera. Mi hermano mayor era pequeño cuando mi padre trabajaba en ello para poder mantener a nuestra familia. Cada vez que él me contaba sus historias de cuando podía nadar junto a los lobos de mar y me describía lo maravilloso que es por dentro, siento que pude crear un vínculo afectivo con el mar gracias a él. Él siempre me dijo que “estar en el fondo del mar es otro mundo; es como estar en otro planeta, es asombroso; y que al mar hay que tenerle mucho respeto; pues es poderoso por su fuerza y sin duda muy bello en su interior”.
También me contaba de la problemática en aquellos tiempos, hablo de más de 25 años atrás, que siempre se le daba preferencia a las grandes empresas que extraían a los peces y que no respetaban los tiempos de veda.
Luego de la charla que realizaron en tu clase, ¿cómo te sentiste luego de conocer la realidad en la que los pescadores viven y el daño que sufren nuestras especies marinas?
A mi mente vinieron todas aquellas charlas que mi padre me daba y decía que le hubiera gustado enseñarnos a mi hermano y a mí a bucear para poder ver lo bello que es por dentro el mar; también sentí mucha rabia, pues algunos seres humanos no somos conscientes de lo importante que es el respeto hacia todo ser vivo. Algunas personas se creen omnipotentes, capaces de apoderarse de todo lo que le rodea y hacer con ello lo que quieran.
Al conocer la realidad de El Ñuro, la cultura de su gente, de sus pobladores, los adultos y sus niños, vi esperanza. Aunque es un puerto pequeño, es una semilla de valores, con gente que sueña con ver un Perú mejor, más respetuoso, no solo con ellos como pobladores, sino algo más humano, algo que es de todos. Son gente que respeta a su naturaleza, su mar, su fuente de vida. Sentí que ellos estaban realmente agradecidos por pertenecer a aquel pequeño puerto que les permitía saber la realidad de dos mundos: el de la vida urbana y el del mar, el estar cerca de especies que no son terrestres, que dominan un espacio muy distinto al que nosotros solemos estar.
¿Qué querías plasmar en el diseño de tu afiche?
El proceso fue complicado, no sabía muy bien por dónde empezar, pero sí sabía qué decir, sabía quiénes eran ellos, comprendía lo que ellos como personas quieren y creo que también podía sentir lo importante que era para los pobladores y sus niños, sus sueños de ver su puerto, ver su mar y a todas sus especies, tanto sus peces, como sus lobos y tortugas, en buenas condiciones.
Sabía que quería comunicar sobre su tradición que era mantener su pesca artesanal, pues es una costumbre que ellos saben es menos dañina, y creo que también querían que las personas que los visiten entiendan que lo único atractivo en este lugar no solo era la buena visita de sus amigas las tortugas, sino que El Ñuro es un lugar que respeta, que promueve una forma de pesca no depredadora, y sobre todo que es una enseñanza que se vino pasando de generación en generación y continúa siendo así.
Creo que ellos querían ser conocidos por eso, por sus valores, por su buena pesca. Sirvió mucho el haber llevado un ejercicio sobre identidad que la tipografía podía darle a alguna persona, marca o, como en este caso, a un lugar. Es por eso que los elementos resaltantes eran el anzuelo, el pez, el fondo del mar, y sus aguas turquesas características de las aguas de El Ñuro, gracias a la ayuda de mi profesora Isabel Hidalgo, quien me guió para poder armar una tipografía con las características del anzuelo, y ya luego integrar algunas imágenes para reforzar la idea.
Creo que mi carrera, como todas, debe buscar revincular al ser humano consigo mismo y recordarle de dónde viene y a dónde pertenece, enseñarle nuevamente sobre valores, sobre respeto, sobre humildad, sobre justicia y sobre el amor.
