El agua es un recurso importante en nuestras vidas, pero debemos aprender a cuidarlo para que más personas puedan acceder a este servicio. Es necesario, además, tener en cuenta que Lima es una ciudad ubicada en medio del desierto.
El 65% de la población peruana vive en la costa, zona en la que solo el 2% del agua es para consumo humano. Además, el 81% de la energía eléctrica en el Perú es de origen hidráulica y gran parte del recurso hídrico, aproximadamente un 80%, está destinado para uso agrícola.
El corte de agua que se realizó la semana pasada en la capital a causa de los huaicos, debe ser una enseñanza para que tomemos consciencia sobre la importancia de cuidar, valorar y ahorrar este valioso recurso.
Héctor Piscoya, gerente general de Sedapal, indicó que «la población tiene que aprender, y esperemos que el corte de agua sufrido la semana pasada nos enseñe que debemos ahorrar el agua, que no nos sobra, sobre todo en Lima y Callao».
«Detalles tan sencillos como el agua que desperdiciamos en las duchas o como aquello que arrojamos al desagüe, nos parecen inofensivos, pero causan serios impactos en la gestión de los recursos hídricos», advirtió el especialista.
Aplica estos consejos:
- Cuando te laves los dientes o te afeites, no es bueno dejar el caño abierto sin necesidad.
- Utiliza inodoros de bajo consumo, que ahorran hasta 6 litros de agua en cada descarga.
- Utiliza el agua del hervor de las verduras y otros alimentos que sancoches para regar las plantas.
- Riega tus plantas por la tarde o de noche para evitar que el sol evapore el agua.
- Para lavar un carro, utiliza baldes. Así ahorrarás hasta 12 litros de agua cada minuto.
- Siembra las plantas en la primavera o el otoño, cuando requieren menos agua.
- Revisa si hay fugas en los grifos, tuberías y mangueras del exterior. Una cañería que gotea significa 30 litros de agua diarios que se pierden.
- Prefiere las duchas cortas. Para bañarnos correctamente, no se necesitan más de 5 minutos; además, cuando te eches jabón y shampoo, debes cerrar la ducha.
¡Recuerda que si tú cambias, el clima también!