Una larga carretera serpentea en medio de los bosques de Loreto, desde la ciudad de Iquitos hasta el puerto de Nauta. Alrededor de este camino la iniciativa Conservamos por la Naturaleza, del SPDA, encontró personas que les abrieron las puertas de sus sueños y mostraron distintas formas de vivir amando la naturaleza y protegiéndola sin pedir nada a cambio.
Su primera parada fue a la altura del kilómetro 42 de la carretera, desde ahí hasta llegar al área de conservación privada Selva Virgen donde conocieron a Julia Alegría. Su padre siempre le repetía que hacerle daño al planeta es hacérselo a nosotros mismos. Es por ello que Julia Alegría, tan feliz como su nombre, decidió que tenía que entregarle su vida la conservación.
Lo que tiene Julia Alegría es un laberinto natural. Un bosque en perfecto estado, cortado por pequeños ríos que se pasean creando playas en donde no solo el hombre puede bañarse. Cedros, lupunas, ceibas y palisangres, algunos de veinte o treinta metros de alto, son los principales árboles que se ven acá. Entre sus ramas brincan cientos de monos, como el tocón, el pichico y el frailecito. Cantan los papagayos y te da gusto ver y sentir un bosque tan sano y tan cerca de la carretera.
Pero, ¿qué cosas aún que se necesitan en el ACP Selva Virgen? ¿Cómo podemos ayudar en esta iniciativa? Se requiere:
-Apoyo para la promoción de visitas de turistas e investigadores
-Diseñadores de interiores y arquitectos para mejorar las instalaciones
-Paneles solares
-Elaboración de plan de negocios para el área
Así como ella, hay muchas personas en todo el Perú, buscando un país más sano y solidario con el medio ambiente. Para ver toda esta historia, haz click aquí. Conócela, compártela y sé parte del cambio.