La presidenta del Consejo Directivo del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), María Luisa Egúsquiza Mori, señaló, durante una entrevista en el programa Rumbo Minero de Canal N, que este organismo adscrito al Ministerio del Ambiente es la agencia fiscalizadora en materia ambiental de las actividades mineras, pesqueras, energéticas e industriales en el Perú.
En ese sentido, indicó que el OEFA supervisa directamente la mediana y gran minería. Y que los temas de minería ilegal, pequeña minería y minería artesanal están a cargo de los gobiernos regionales. «No tenemos competencia directa, pero sí una competencia para supervisar que los gobiernos regionales cumplan con fiscalizar. Y si no lo hacen, tenemos la posibilidad de denunciarlos ante la Contraloría o la Fiscalía por incumplimiento funcional», señaló la funcionaria. Asimismo, señaló que hacen trabajo de acompañamiento, para capacitar a los gobiernos regionales.
Egúsquiza precisó que más que la sanción, el rol principal del OEFA es el cumplimiento voluntario de la norma ambiental. Y para ello, tienen un régimen de incentivos: el registro de buenas prácticas ambientales, el ranking de excelencia ambiental y la posibilidad de subsanar el hallazgo de algún posible incumplimiento. En el registro de buenas prácticas ambientales, están todas aquellas empresas que cumplen la norma en la última supervisión. «A diciembre del año pasado teníamos 51 empresas. A la fecha tenemos 141», manifestó la presidenta del OEFA.
Respecto al ranking de excelencia ambiental, la funcionaria señaló que el año pasado doce empresas fueron reconocidas por prácticas concretas, como programas de conservación de especies en peligro de extinción, y que este año se han presentado 36. «Somos muy optimistas y creemos que las empresas cada vez más internalizan que cumplir la norma es una necesidad, es parte del negocio», dijo Egúsquiza. También dijo que, aproximadamente en el 60% de los casos, las empresas subsanan su conducta y ahí concluye. «Esos dos temas, cumplimiento voluntario y persuasión, son la bandera de nuestra gestión», manifestó.
La presidenta del OEFA también señaló que se mueven en base a indicadores objetivos. Así, respecto a la evaluación de las supervisiones del 2013 y 2014 a nivel minero, hubo una reducción del 50% de hallazgos de posibles incumplimientos de la norma, con lo cual se muestra una autorregulación voluntaria. Además, en el 60% de los casos, las supervisiones tienen un hallazgo o simplemente no tienen. Sobre el esquema de subsanación, dijo que si hay un hallazgo en campo, inmediatamente no viene una multa, sino la oportunidad de que se corrija.
Ante la pregunta sobre cómo el crecimiento del presupuesto del OEFA, de aproximadamente 5 millones de soles en 2011 a 230 millones de soles en 2015, significa un beneficio para los peruanos en el cuidado del medio ambiente, pero sobre todo en la promoción de las inversiones, la funcionaria respondió que «respetando dos derechos fundamentales de todos los peruanos: a gozar de un medio ambiente sano y equilibrado, y a la libre iniciativa privada». Y agregó: «Es ese equilibrio que nosotros denominamos desarrollo sostenible: riqueza para los peruanos de hoy, pero también para las generaciones futuras».
Por otro lado, Egúsquiza señaló que se ha detectado un puñado de casos en los cuales ciertos grupos económicos parten su titularidad en pequeñas concesiones de menos de 2000 hectáreas para hacerse pasar por pequeños mineros o mineros artesanales, cuando en realidad son mediana minería o gran minería, con el fin de evadir la fiscalización del OEFA y no someterse a la ley que exige tener un instrumento de gestión ambiental. Al respecto, el OEFA sacó una norma que señala que actúa en función del principio de la primacía de la realidad, la Ley del SINEFA (Sistema Nacional de Fiscalización Ambiental), modificada por la Ley 30011. Está desde el 2013, y se ha ido reglamentando desde el 2015.
Sobre el proceso de formalización minera, indicó que es un tema del Ministerio del Ambiente, el OEFA no tiene una competencia directa, pero están contribuyendo indirectamente. Para la presidenta del OEFA, este proceso no ha sido un fracaso: «Es un esfuerzo importante, pero aún hay muchas cosas por hacer, debe continuarse en ese camino», concluyó.
