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09/10/2017

Gente de mar y litoral del antiguo Perú: monumentos, sitios y paisajes territoriales

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La antigua y fecunda relación con el mar que recorre la historia del Perú se remonta a tiempos inmemoriales, desde las primeras oleadas de cazadores recolectores que iniciaron su primer poblamiento. Podemos imaginarnos algunos grupos humanos recorriendo estos territorios hasta entonces deshabitados, orillando las costas del vasto y generoso mar que hoy conocemos como Pacífico.

A esos tiempos iniciales del primer poblamiento se remonta el aprendizaje acumulado sobre la riqueza de recursos que ofrece este mar y los espacios de su litoral. A estos lejanos tiempos debemos remontar también el permanente deslumbramiento frente a sus cautivantes paisajes. Lo que nutrió el imaginario de nuestros ancestros, animando los misteriosos espacios marinos con seres supranaturales que los habitan y conducen. De forma tal que, así como las civilizaciones andinas no pueden ser entendidas sin la vertebración territorial de los Andes y sin la diversidad de la vertiente Amazónica, esto tampoco sería posible sin considerar el rol gravitante del mar y del litoral en la edificación del proceso civilizatorio y en la construcción de su singular identidad cultural.

De las tempranas crónicas coloniales tenemos el registro de las poblaciones que habitaban la costa del Perú, el manejo de sus recursos, los tipos de embarcaciones que empleaban y sus formas de conducirlas en la mar. Pero también afloran otros aspectos que nos dicen de la existencia de una cosmovisión en la que el mar, las islas y el litoral se integran como significativos componentes sagrados del paisaje y como tales objeto de una especial veneración. Según María Rostworowski, estas huacas del mar “…eran parte del acervo cultural de los antiguos costeños. Sus mitos hacían de ellas divinidades, o señores encantados y petrificados. Al igual que las huacas y apus andinos, las islas encarnaban a seres tutelares a quienes se hacían sacrificios y eran también lugares apacibles para el descanse de los difuntos”. Inclusive los incas, siendo una sociedad alto andina, construyen en la costa diversos templos que establecen un vínculo muy especial con los paisajes marinos, lo que revela a todas luces la fascinación que la mar ejerció sobre ellos.

Acuarela con escena de pesca indígena (Martínez de Compañón 1782-1785)

En la costa peruana la etnohistoria, la arqueología, la historia de la arquitectura y del urbanismo prehispánico han documentado aspectos significativos de la fecunda relación que nuestras poblaciones antiguas tuvieron con el mar. Este componente es el que me ha tocado sintetizar en el documental Pacificum, mostrando algunos monumentos emblemáticos en los que se expresa esta relación de armonía y veneración con el mar. Como también el manejo sostenible de sus recursos, transformando el territorio para cultivar la totora necesaria para la elaboración de embarcaciones; generando salinas y tendales para procesar el seco y salado de la pesca; modelando así en nuestro litoral un conjunto de paisajes culturales que conforman un invaluable patrimonio ambiental y territorial.

Pacificum es un valioso documental que ofrece, desde diversas perspectivas, la belleza de nuestro mar y la importancia de retornar a él para cuidarlo y revalorarlo. ¡Hay que ir a ver la película, es una experiencia imperdible!

Jose Canziani, Director del Centro de Investigación de la Arquitectura y la Ciudad (CIAC) y profesor principal del Departamento de Arquitectura de la PUCP.