Gracias a su gestión de residuos sólidos, la PUCP recibió, por tercera vez, importante premio de la campaña “Reciclar para ayudar”.
La Asociación de Ayuda al Niño Quemado (Aniquem) organizó una ceremonia el viernes 5 de abril para premiar a las 50 empresas ganadoras de “Reciclar para ayudar”. Esta campaña consiste en incentivar la gestión adecuada de residuos reciclables para así cofinanciar la rehabilitación integral de los niños sobrevivientes de quemaduras.
En esta edición, fueron 50 las empresas y personas aliadas ganadoras en las 20 categorías del concurso.
Este año, la PUCP ganó en la categoría “Aprendizaje con impacto”, por promover la práctica ambiental del reciclaje en la comunidad universitaria, a través de la Reciclatón y otras campañas educativas. La Universidad ya ha sido reconocida por Aniquem en 2018 y en 2019.
Juana Burga, encargada del programa “Amigos y voluntarios de Aniquem”, resalta este logro: “Son pocas las empresas que repiten el plato. Con este premio, se manifiesta el amor que le ponen a cada campaña que se realiza en la Católica, porque esto no depende solo de un área, sino de todos los involucrados: alumnos, profesores y trabajadores, que forman un gran concurso donde compiten para poder conseguir estos resultados”.
La Universidad ya ha sido reconocida por Aniquem en 2018 y en 2019.
Para Sofía Huangal, representante del Área de Vinculación con el Entorno PUCP de la Dirección Académica de Responsabilidad Social, este reconocimiento significa un trabajo constante. “No es solamente resultado del esfuerzo de un año, sino del trabajo en equipo. El premio que hemos recibido de Aniquem es el resultado de un trabajo en conjunto entre unidades a nivel horizontal”, señala.
Desde la DARS y en articulación con 16 entidades de la PUCP, entre ellas Clima de Cambios, se viene implementando la iniciativa “Campus Sostenible”. Esta estrategia institucional tiene como premisa que la sostenibilidad ambiental se cultiva en conjunto con varias unidades. Es así que el éxito de campañas como la Reciclatón depende también del empeño de los estudiantes, a través de los centros federados, de la mano de la Dirección de Administración y Finanzas (DAF).
“Este premio demuestra que la apuesta de la gestión de residuos podemos verla no solo por el lado ambiental, sino también por el impacto social. Reciclamos y ayudamos a las familias de niños con heridas de quemadura a costear sus tratamientos”, comenta Huangal.
“La Católica está ayudando no solo al planeta sino también a la rehabilitación del paciente que ha sufrido quemaduras severas y son de pobreza extrema”, señala Burga.
Expectativas para el 2024
La PUCP aspira a cumplir con tres Reciclatones este año. En 2023, se llegó a dos. “Queremos que cuando se piense en una competencia, como la Copa PUCP, Interfacultades o Interespecialidades, se piense en la Reciclatón como parte de la competencia. Estamos perfeccionando el modelo de la Reciclatón para que se pueda implementar a pequeña y gran escala. Esa es una de nuestras metas”, cuenta Sofia Huangal, de la DARS.
Por su lado, Aniquem también se ha propuesto incrementar su alcance. “Queremos que se duplique la cantidad de empresas participantes y así ayudar con más tratamientos”, dice Burga.
De esta manera, ambas entidades demuestran dos cosas: que la gestión de residuos sólidos debe ser parte de una estrategia a nivel nacional para la adaptación al cambio climático y, que a su vez, se puede generar un impacto social. El mismo nombre del premio lo manifiesta: Yanapay significa “ayudar, cooperar, trabajar en conjunto por el bienestar común”.
Con esto, Burga hace un llamado a que más empresas se sumen: “Una tonelada de papel nosotros la convertimos en terapias para nuestros pacientes. Imagínense cuántos pacientes se van a beneficiar con esos elementos que antes desechaban. Tienen la posibilidad de devolverle la esperanza a estos niños”.
